Tras la denuncia realizada por el Centro de Armadores Fluviales y Maritimos del Paraguay contra la compañía naviera CONAY cuya embarcación de bandera Argentina violó la ley de Reserva de Carga que rige en nuestro país, la Prefectura General Naval procedió a la detención del buque de Bandera Argentina Piray Guazú lo que generó una gran molestia y sorpresa en el vecino país.
El pasado 19 de Noviembre, frente a la bahía de Asunción la PGN ordenó la detención e intervención de la nave que se predisponía a navegar con carga de exportación desde Paraguay con destino Santa Fé, logrando la interdicción de la embarcación.
Desde la Cancillería Argentina se aclaró que si bien la ley de reserva de carga está vigente Argentina eliminó una norma similar, por lo cual barcos y barcazas paraguayas cargan y descargan mercaderías procedentes o destinadas a puertos argentinos sin ninguna restricción, existiendo además protocolos de reciprocidad que al parecer Paraguay no contempla según consignó A24.com.
Por su parte los gremios de trabajadores marítimos argentinos no han quedado fuera de la disputa y han avisado que de no terminarse con este tipo hechos que consideran agresiones y desigualdades, comenzarán a ejecutar medidas de “acción directa” contra la operación de naves Paraguayas en aguas Argentinas.
La cancillería de Paraguaya intentó este jueves bajar los decibeles a la disputa dejando filtrar una información que indica que la Prefectura Naval Paraguaya obró presionada por el Centro de Armadores Paraguayo sin atender que la operación de la nave argentina estaba autorizado por la Secretaria de Marina Mercante de Paraguay
El Ministerio de Transporte Argentino también intervino en el asunto y para este viernes están previstas una serie de reuniones entre representantes locales y del Paraguay para intentar llegar a un acuerdo el que –de no producirse- abrirá otro frente de tormenta entre Argentina y su socio estratégico en el Mercosur y en la Hidrovía.
Algunos de los antecedentes de hechos de medidas en territorio Argentino que han quedado registrados fueron la de un enorme bloqueo fluvial producido por gremialistas argentinos durante 2013 y 2014 con el guiño del gobierno nacional y siempre en virtud de las profundas inequidades que rigen el transporte de mercaderías en la Hidrovía.
La limitación de dimensión de convoyes que navegaban con destino a otros puertos fuera del territorio Argentino, las contantes persecuciones a la bandera Paraguaya con intervenciones y atropellos permanentes a embarcaciones Nacionales.