martes, mayo 13, 2025
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Más de 200.000 toneladas paralizadas: la bajante del Paraná pone en jaque a los puertos de Paraguay y Argentina

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La Comisión Mixta del Río Paraná trabaja contra reloj para sostener la navegación entre la confluencia y Yacyretá. Los pasos críticos, la falta de calado y la presión de una cosecha histórica complican al agro y a la logística fluvial. Radiografía completa de una gestión binacional que busca soluciones estructurales.

En un momento crítico para la navegación y el comercio regional, Enrique Guardo, Director de Gestión del Tramo de la Comisión Mixta del Río Paraná, brindó un extenso y técnico análisis en una entrevista con Paraguay Fluvial y Logística y Magazine 360, donde expuso con claridad los enormes desafíos que hoy enfrenta el tramo compartido del Río Paraná, vital para la producción del sur paraguayo y el noreste argentino.

La altura del río, en niveles históricamente bajos, ha transformado a la vía navegable entre la confluencia y la represa de Yacyretá en un cuello de botella logístico. Actualmente, más de 200.000 toneladas de carga están literalmente flotando sin poder avanzar, especialmente en los puertos de Itapúa, a la espera de una mejora en los niveles hidrométricos. Esto afecta directamente a un 30% a 35% de la gran cosecha agrícola aún pendiente de despacho hacia los mercados internacionales.

“La vía navegable entre la confluencia y Yacyretá es extremadamente sensible a las bajas. Tenemos unos 20 pasos críticos que complican enormemente la operación con convoyes de gran porte”, explicó Guardo. “La logística hoy tiene retrasos de hasta 20 días, según lo estimado por el sector armador”, añadió.

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Una respuesta binacional: gestión técnica y trabajo coordinado

Frente a esta situación, la Comisión Mixta del Río Paraná (COMIP) se ha constituido como uun eje fundamental en la gestión técnica, ambiental y operativa del tramo. “Desde Paraguay, a través del MOPC y Comip Paraguay, se están llevando adelante obras de dragado sostenidas, tareas de mantenimiento intensivo, y proyectos de infraestructura que permitirán mejorar el flujo fluvial en el corto y mediano plazo”, detalló.

Además, hay una articulación permanente con la Entidad Binacional Yacyretá, la Prefectura Naval Argentina y otros organismos, que han sido clave para sostener un ritmo de trabajo activo a pesar de las adversidades naturales y financieras.

Impacto al agro, la industria y los puertos

El bajo nivel del Paraná afecta de forma directa a sectores como el agronegocio, la industria maderera y la foresto-industria, tanto en Paraguay como en las provincias argentinas de Misiones y Corrientes.

“El puerto de Posadas ya opera con contenedores, bajando producción maderera y otras cargas. Lo mismo se proyecta para Ituzaingó, que se espera esté operativa hacia finales de este año”, comentó Guardo. A esto se suma el resurgimiento del puerto de Corrientes, impulsado por producción local.

Esta reactivación portuaria en el margen argentino es una respuesta directa a los beneficios logísticos de la vía fluvial, evidenciada por los convoyes paraguayos que cruzan frente a sus costas. “Ver pasar convoyes de 20 barcazas genera una reflexión económica: la logística fluvial es sustentable, eficiente y necesaria”, enfatizó.

Obras estructurales en agenda: Corpus, Itatí-Tacorá y la Esclusa de Yacyretá

Más allá de las obras actuales, se avanza en proyectos estratégicos de infraestructura que buscan dar soluciones permanentes. Uno de ellos es Itatí-Itcorá, un proyecto de represa que actuaría como compensador hidráulico y generador eléctrico, pensado para resolver de fondo la navegabilidad del tramo crítico. Otro es el histórico proyecto Corpus, que desde los años 70 permanece en carpeta con estudios avanzados.

Corpus podría generar la misma cantidad de energía que Yacyretá pero con un impacto ambiental muchísimo menor”, aseguró Guardo. “Son obras que requieren inversiones altísimas, pero que algún día deberán realizarse si queremos garantizar una vía fluvial previsible y sostenible”, apuntó.

Además, mencionó que la Esclusa de Yacyretá, si bien representó un salto cualitativo para la navegación moderna, hoy ya comienza a convertirse en un cuello de botella por el alto volumen de cargas.

Gestión ambiental y sostenibilidad del recurso

La Comisión Mixta no solo aborda aspectos operativos. Guardo explicó que hay una agenda ambiental activa que incluye monitoreos constantes de la calidad del agua, programas binacionales con las universidades, gobiernos locales y nacionales, y foros científicos. El próximo gran hito será el Foro Binacional de Calidad de Agua, el próximo 12 de mayo en Ituzaingó, con participación pública, académica y técnica.

También se destacó el trabajo del Consejo Asesor y el Comité Ejecutivo del Acuerdo de Fauna Íctica, que busca preservar uno de los recursos más preciados del río: su bibiodiversidad.

Una agenda común con mirada de futuro

Guardo remarcó que el espíritu de la Comisión Mixta es el del trabajo en conjunto, con intereses comunes y una visión compartida. “No habría otra forma de avanzar. Este río es un recurso estratégico y debemos gestionarlo en un espacio de hermandad técnica, ambiental y económica”, concluyó.

En un momento donde los márgenes de acción son limitados, la cooperación binacional y la inversión en infraestructura fluvial aparecen como las únicas salidas posibles. La bajante del Paraná es un recordatorio urgente de que el futuro de nuestras exportaciones, del desarrollo regional y de la seguridad alimentaria se juega también en el agua.

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