La tarde del jueves marcó un momento histórico para la Iglesia católica. El humo blanco que emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina en el Vaticano, anunció al mundo la elección de un nuevo pontífice: el cardenal estadounidense Robert Prevost, ahora papa León XIV, quien se convierte en el sucesor del papa emérito Francisco.

Ante una multitud de más de 40.000 personas congregadas en la Plaza de San Pedro, León XIV ofreció su primer discurso como líder de la Iglesia católica. «Queridos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo resucitado. Quisiera ofrecer un saludo de paz para sus familias, para todos ustedes, dondequiera que se encuentren. Que la paz sea con ustedes», expresó en italiano, en un tono sereno y cercano que augura un papado marcado por la humildad y la conexión pastoral.
Un papa con raíces peruanas
Aunque nacido en Chicago hace 69 años, el nuevo papa ha forjado un profundo lazo con Perú. Desde 1985, Robert Prevost ha vivido y trabajado pastoralmente en distintas regiones del país sudamericano, particularmente en el norte. En 2014, el papa Francisco lo nombró obispo de la diócesis de Chiclayo, en el departamento de Lambayeque, consolidando su presencia en tierras peruanas y su vínculo con la comunidad local.
«Mi querida diócesis de Chiclayo», dijo con afecto el nuevo pontífice, subrayando la relevancia que su experiencia en Perú tiene en su visión del mundo y de la Iglesia. Además de su nacionalidad estadounidense, Prevost posee también la nacionalidad peruana, un símbolo de su doble identidad espiritual y cultural.
Repercusiones globales
La elección de León XIV ha generado una reacción inmediata a nivel mundial. Líderes políticos y religiosos han enviado sus felicitaciones al nuevo papa, destacando su perfil pastoral y su compromiso con las comunidades más necesitadas. Analistas internacionales ven en su elección una señal de continuidad con el legado de Francisco, pero con un matiz más cercano a América Latina.
Organizaciones católicas de todo el mundo han resaltado su vocación misionera y su experiencia en contextos multiculturales, características que podrían influir en el enfoque del Vaticano ante temas como la migración, la pobreza y el diálogo interreligioso.

En América Latina, especialmente en Perú, la noticia ha sido recibida con orgullo y emoción. Medios locales destacan su paso por parroquias humildes y su cercanía con los fieles. El gobierno peruano ha declarado que esta elección «refuerza los lazos espirituales y culturales entre Perú y el Vaticano».
Un nuevo rumbo para la Iglesia
León XIV asume el pontificado en un contexto de grandes desafíos para la Iglesia: secularización, escándalos de abusos, y tensiones internas. Sin embargo, su perfil pastoral, su experiencia internacional y su cercanía con las comunidades podrían marcar una etapa renovadora, centrada en la reconciliación, el diálogo y el servicio.
Su elección no solo representa un cambio en el liderazgo, sino también un puente entre continentes, culturas y generaciones. Con un pie en América del Norte y el corazón en América del Sur, León XIV inicia un pontificado que promete estar profundamente conectado con los pueblos y sus realidades.