Montevideo – La industria naviera paraguaya ha experimentado un cambio significativo en sus operaciones de transbordo. Según el presidente de la Asociación de Agentes Marítimos del Paraguay, Alejandro Dos Santos, el 80% de la carga en tránsito que anteriormente pasaba por el puerto de Montevideo ahora es operada en el puerto de Buenos Aires.

En declaraciones a la prensa, Dos Santos detalló que Paraguay movilizó un total de 180.000 TEUs de importación y exportación vía fluvial durante 2024. Actualmente, la mayor parte de esa carga en tránsito es manejada en Buenos Aires por las navieras Maersk, ONE, Hapag Lloyd y MSC
Congestión, paros y costos elevados perjudicaron a Montevideo
Esteban Dos Santos, vicepresidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym), explicó que el principal motivo de este cambio responde a problemas sindicales, altos costos y demoras operativas en Montevideo.
“La principal razón de esta migración tiene que ver con la excesiva cantidad de paros sindicales, el aumento de costos y las demoras operativas”, afirmó, señalando que estas dificultades afectaron tanto a los buques oceánicos como a las barcazas que realizan el servicio feeder.
Además, mencionó que la ampliación de la Terminal Cuenca del Plata, especializada en contenedores, también ha influido en esta reconfiguración del comercio fluvial.
Advertencias ignoradas
Desde Cafym aseguraron que mantuvieron reuniones con operadores privados del puerto de Montevideo, autoridades de la Administración Nacional de Puertos (ANP) y representantes del Gobierno uruguayo, advirtiendo sobre la posibilidad de migrar la carga si los problemas persistían.

“No se solucionaron las dificultades y finalmente sucedió”, concluyó Dos Santos, resaltando que Paraguay tomó esta decisión en función de la eficiencia operativa y la competitividad del comercio exterior.
El desplazamiento de la carga paraguaya hacia Buenos Aires representa un golpe para Montevideo, que históricamente ha sido un punto clave de transbordo en la Hidrovía Paraguay-Paraná. Ahora, la incertidumbre sobre el futuro del puerto uruguayo crece mientras Paraguay y sus operadores buscan mayor eficiencia en sus cadenas logísticas.