La ayuda humanitaria sigue llegando a las familias afectadas por las inundaciones en los departamentos de Alto Paraguay y Concepción. Más de 100 efectivos militares trabajan sin descanso para asistir a las comunidades aisladas, muchas de las cuales quedaron incomunicadas tras el desborde de ríos y caminos anegados.

Desde el inicio de la emergencia, las Fuerzas Armadas del Paraguay han desplegado personal, medios aéreos, fluviales y terrestres para llevar alimentos, medicamentos, y apoyo logístico a zonas de difícil acceso. El buque patrullero Capitán Remigio Cabral, helicópteros y aviones de la Fuerza Aérea han sido clave para cruzar grandes distancias y llegar a los lugares donde más se necesita.
El trabajo del Batallón de Ingeniería N° 3 también ha sido fundamental. Con retroexcavadoras, camiones y otros equipos, los militares abren caminos, limpian canales y permiten que los vehículos puedan volver a circular, facilitando el acceso de más ayuda.
Un hospital flotante rumbo a Bahía Negra
Una nueva esperanza partió esta mañana desde el Apostadero Sur de la Flota de Guerra: el buque hospital “Capitán de Ingeniería Carlos Cubas” zarpó rumbo a Bahía Negra para brindar atención médica a quienes no pueden llegar hasta un centro de salud. A bordo, profesionales de distintas áreas médicas ofrecerán consultas, medicamentos y contención a quienes más lo necesitan.
La ayuda no se detiene
Mientras las lluvias dan tregua en algunas zonas, las tareas de asistencia continúan con la misma fuerza. Lo que comenzó como una emergencia, hoy se transforma en un esfuerzo diario por llegar a cada familia afectada, con la cooperación de soldados, médicos, pilotos y voluntarios que se suman a esta causa solidaria.
En medio de la adversidad, lo que se destaca es la cercanía y el compromiso con las personas. Porque detrás de cada operativo, hay una familia que vuelve a tener acceso a agua potable, un niño que recibe atención médica, o una madre que puede llevar alimento a su hogar.
