Con una mirada joven, estratégica y profundamente conectada con el futuro de la agroindustria, Raúl Valdez, actual presidente de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO) y vicepresidente de la CAFYM, se posiciona como una de las voces más firmes en favor de una transformación productiva para el Paraguay.

En declaraciones recientes a Magazine 360 y Paraguay Fluvial en la 1330 AM, Valdez planteó con claridad: “Paraguay tiene todo para convertirse en una potencia agroindustrial: estabilidad macroeconómica, grado de inversión, energía limpia, una de las mayores flotas de barcazas del mundo y una producción récord de soja. Solo falta una decisión clara de país: industrializar.”
Del agroexportador a la agroindustria: una visión país
Paraguay procesó en 2024 apenas el 25% de su producción de soja, a pesar de contar con más de mil millones de dólares en capacidad industrial instalada. Esto representa una oportunidad perdida que, según Valdez, debe ser revertida con una política de Estado seria, previsible y a largo plazo.
“La industria es lo que genera empleo constante, ingreso de divisas, desarrollo territorial y competitividad global. Si industrializamos, todos ganamos: desde el productor de la chacra, pasando por el camionero, hasta la industria y el sector exportador.”
Valdez también enfatizó que la integración vertical de las empresas asociadas a CAPPRO —con inversiones que abarcan desde la producción hasta los puertos y la logística fluvial— permite crear sinergias que fortalecen toda la cadena de valor.
Biodiesel, sostenibilidad y soberanía energética
Un punto clave en su visión es el aprovechamiento del aceite de soja para la producción de biodiesel. Hoy, más del 50% del combustible de la flota paraguaya se carga en Argentina. Valdez propone un cambio de lógica:

“¿Por qué no abastecer con biodiesel nacional a nuestra propia flota? Es una forma de ganar soberanía energética, reducir costos, generar valor agregado y además ofrecer una logística con sello verde y menor impacto ambiental.” Afirmó.
Este modelo no solo es viable, sino que ya encuentra eco en inversiones locales y en la necesidad de adaptar Paraguay a las nuevas demandas de los mercados internacionales.
Europa y el mundo: la sostenibilidad como puente
Con una agenda comercial cada vez más exigente, Valdez apunta al mercado europeo como una alianza estratégica natural. El acuerdo Mercosur–UE, aún en negociación, puede ser clave, pero también recuerda que “no solo Europa exige sostenibilidad, también lo hacen EE.UU. y el sudeste asiático. Por eso, industrializar con trazabilidad y responsabilidad no es una opción: es el camino.”
Liderazgo joven, visión compartida
Raúl Valdez representa a una nueva generación de líderes empresariales que dialogan activamente con referentes históricos del sector, pero que también promueven renovación, innovación e integración intergremial. Desde CAPPRO y CAFYM, trabaja junto a otros sectores como los armadores, Caterpa y asociaciones rurales para construir una agenda común basada en el desarrollo sostenible y competitivo del Paraguay.
“Lo que planteamos no es una agenda sectorial. Es una visión país. Estamos todos en la misma mesa, con el mismo mate, convencidos de que el salto industrial beneficiará a todos.” Concluyó.
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