Portos do Paraná invirtió R$ 29,6 millones en programas sociales y ambientales en 2023. De ese total, alrededor de R$ 21 millones se concentraron en programas ambientales y sociales realizados en la costa de Paraná.

Entre los programas ambientales se encuentra el monitoreo de la calidad del agua y los sedimentos en el complejo estuarino de Paranaguá, que se realiza cada tres meses desde 2014. Otra actividad destacada es el Programa de Recuperación de Áreas Degradadas (PRAD), que permitió, hasta la fecha, la recuperación de 190 mil m² de superficie forestal en Antonina.
Entre las acciones educativas, se destaca el Programa de Educación Ambiental (PEA), que reúne 11 proyectos socioambientales, acercando los principios y prácticas de la permacultura y que sólo el año pasado benefició a 1.397 personas. Uno de los principales proyectos del PEA es Porto Escola – Educación para la Sostenibilidad, en el que la propia institución pública imparte conferencias a estudiantes de quinto año de las redes educativas municipales de Paranaguá y Antonina sobre el medio ambiente y el funcionamiento del puerto, seguida de una visita guiado hasta el muelle. Desde su inicio en 2015, más de 12 mil estudiantes han participado en el proyecto.
Una demanda local atendida por Portos do Paraná es el proyecto «Saneamiento Ecológico», que proporciona tecnologias ecológicas alternativas adecuadas a las condiciones de saneamiento en comunidades isleñas de la Bahía de Paranaguá. En 2023 se instalaron siete sistemas alternativos de tratamiento de aguas residuales en la comunidad de Eufrasina.
Los proyectos «Sello Verde» y «Composta para Cultivar» también ayudan a satisfacer las demandas ambientales de las comunidades. El primero funciona como un sistema de certificación de buenas prácticas ambientales para las empresas de la región, incentivando mejoras en el sistema de gestión de residuos sólidos de las comunidades participantes.
El proyecto «Compostar para Cultivar» busca incentivar y promover el compostaje como una alternativa segura y viable para tratar parte de los residuos orgánicos generados en comunidades aisladas de la Bahía de Paranaguá, así como la práctica de huertos agroecológicos. El proyecto brinda orientación sobre compostaje residencial desde 2021 y promovió la instalación de contenedores de compost en dos escuelas de Ilha do Mel. Todos los residuos orgánicos de los snacks se convierten en abono, lo que supone alrededor de una tonelada de residuos al año, que ya no se envía a los vertederos.
Fuente: portosenavios.com.br