El Consorcio Portuario Regional Mar del Plata reunió a representantes de distintos sectores para evaluar esta opción que permitiría despejar zonas operativas, generar arrecifes artificiales con nueva biodiversidad y mejorar la oferta del buceo como atractivo turístico de la ciudad.
El Consorcio Portuario convocó a distintos sectores vinculados con su proyecto de hundir buques inactivos que hoy ocupan espacio en los muelles 2 y 3 a una reunión que se desarrolló el viernes por la mañana en la Escuela de Pesca.
Hubo armadores pesqueros, empresas de buceo, ambientalistas, funcionarios del área Turismo, clubes de buceo, responsables de los remolcadores, científicos del INIDEP, docentes de la UTN y miembros de Prefectura y la Armada.
La idea de Gabriel Felizia es conformar un listado de barcos que estén en condiciones de ser hundidos en La Restinga, una zona rocosa frente al Faro de Punta Mogotes, y ampliar el parque submarino Cristo Rey. En ese lugar se hundió el buque ruso Kronomether en 2014.
Antonio Solimeno fue uno de los armadores que participó de la reunión y que respondió a la invitación que había hecho circular por whatsapp Fernando Rivera, el presidente de CaIPA. Pese a que tiene un contrato con Lusejo por el que cedió al Polarborg por 3,5 millones de pesos para que los chatarreros del conurbano lo limpien, desmantelen y conviertan en chatarra, Solimeno aseguró que no tendría problemas en ceder el buque para que lo hundan.
La lista todavía no toma forma pero Astillero De Angelis ya trabaja en el muelle grande. Desde hace unas semanas alivia el Harengus, el buque arrastrero de Baldino. Con 80 metros de eslora es el barco más grande de los abandonados en el puerto. Baldino no firmó la cesión a Lusejo.
¿Cómo llega De Angelis a trabajar en el factoría? Como llegó Lusejo en tiempos de Merlini. “Arreglos entre privados”, dicen en el Consorcio. Carlos Villa, socio de De Angelis, es buzo y tienen experiencia en la reducción de buques.
“Esto es más fácil, más rápido y más barato”, contó uno de los asistentes que participó del encuentro ante la consulta de este medio. Una ecuación que entre los armadores del puerto es como escuchar el Padre Nuestro.
Carlos Lasta fue otro de los que participaron del encuentro. Aseguró que el INIDEP puede aportar imágenes satelitales del Parque Submarino para determinar en principio cuántos buques pueden hundirse en la zona y luego cómo impacta en la biodiversidad marina para el beneplácito de los buzos y el ecosistema costero.
¿Cuántos buzos visitaron el Parque Submarino el año pasado? En Turismo no lo saben. “No figura en ninguna guía promocional de Mar del Plata. Es algo que genera movimiento en un nicho con alto poder adquisitivo y ni siquiera se difunde”, señalan en el área.
José Moscuzza mandó a Gabriel Vic, su histórico jefe de buques. Moscuzza tiene el Mar Azul ya con plan de desguace aprobado por Prefectura para cortar en el varadero de la Base, cuando la Armada se decida a autorizar las tareas, si es que eso ocurre algún día. Y tiene al «Ribazón Dorine» hundido, pero sobre la sección cuarta del muelle 2.
En el entorno de Gabriel Felizia no quieren mencionar fechas ni plazos para no quedar presos como Merlini y su famoso plan de desguace anunciado en noviembre de 2017 para recuperar 110 metros lineales de muelle y que todavía luce ayuno de éxitos.
“Vamos a trabajar en comisiones más chicas para ir avanzando en simultáneo en distintos temas”, confió un allegado al Presidente del Consorcio. “Todos estamos interesados en que el proyecto avance y se cristalice”, amplió Gonzalo Chaet, periodista que viene del bloque kirchnerista en el Concejo Deliberante. Es el flamante secretario Ejecutivo del Directorio del Consorcio Portuario.
El año pasado Merlini divulgó una lista de 53 barcos que hacía más de un año no salían a pescar. Luego TC2 elaboró un informe detallando que más del 30 por ciento de los metros operativos del puerto lo ocupan barcos inactivos.
Lusejo tiene contrato para reducir a chatarra una lista de 16 barcos. Pero si la intención de Solimeno suma adeptos y viendo las dificultades y problemas que ha tenido con la extracción y retiro de los residuos peligrosos, quizás otros armadores lo imiten y definan hundirlos.
Cuando Felizia anunció su idea hace un par de semanas refirió la posibilidad de hundir diez barcos. El Gustavo R y el Romeo Orsini podrían estar en esa lista. Pero no quieren depurarla hasta no saber cuántos pueden entrar en el Parque Submarino. “No queremos que sea un basurero submarino. Los buques que se hundan no implicarán un riesgo para el medio ambiente”, aclaró Chaet.
La intención de Felizia es que el operativo desguace en el varadero y la batalla naval con el hundimiento en La Restinga se desarrollen en simultáneo. Oxigenar los muelles y ampliar la oferta de metros lineales operativos es uno de sus pilares de gestión. Veremos cuánto tarda en que se convierta en realidad.
Fuente: revistapuerto.com