Los presidentes de Uruguay y Argentina acordaron este mes el comienzo de los trabajos preparatorios para concretar la navegabilidad del Río Uruguay aguas arriba de Salto y Concordia.
La semana pasada el abogado y exembajador Edison González Lapeyre planteó varios reparos legales y obstáculos físicos y prácticos para la viabilidad de esta iniciativa.
¿Qué responde el gobierno a estas objeciones? ¿Qué tan viable es la realización de la obra? Para responder estas preguntas Emiliano Cotelo entrevistó a Juan José Olaizola, subsecretario de Transporte y Obras Públicas en En Perspectiva de Radiomundo.
Olaizola explicó que la iniciativa busca «posibilitar la navegación del Río Uruguay unos 500 kilómetros al norte de la represa de Salto Grande», con el fin de «captar cargas del lado argentino y brasileño».
El jerarca señaló del lado argentino (provincia de Corrientes) hay «importantes plantaciones» de madera y soja y del lado brasileño principalmente producciones arroceras.
«Hablamos con el senador brasileño Luis Carlos Heinze, con productores brasileños y con referentes de los sectores agroexportadores del estado de Rio Grande do Sul. Los productores de arroz hoy enfrentan los problemas operativos del puerto de Río Grande, se han llegado a producir colas de 80 kilómetros en la salida de la producción en el puerto. Esta gente está interesada en explorar la navegabilidad del Río Uruguay», manifestó.
González Lapeyre señaló en los últimos días que es indispensable que el acuerdo de la obra incluya a Brasil y que históricamente la postura de la cancillería norteña es reticente a que producciones de su país se trasladen por territorios de otra jurisdicción.
A propósito del tema, Olaizola señaló que si bien «tradicionalmente» la postura brasileña es esa, en este momento hay una necesidad mayor de sacar cargas. «En el transporte de cargas ahora importan más los costos y las posibilidades logísticas», argumentó, y agregó que «en los próximos días» se llevarán adelante contactos con el gobierno de Brasil para «tratar de generar las condiciones para que acompañen este proyecto».
El exembajador dijo también que esta iniciativa necesitaría muchas obras y que se podría transformar en «otro Pluna, Gas Sayago o Puerto de Aguas profundas». Olaizola indicó que «no está la intención de dilapidar dinero ni de hacer un proyecto que no esté atado a la realidad».
«No es una idea loca. Hemos detectado necesidades reales de bajar carga por Uruguay y estamos trabajando en ese sentido. Los obstáculos estaban claros, vamos a definirlos, cuantificarlos, y con esa información seguir viendo la viabilidad del proyecto», explicó.
Con respecto a las obras que son necesarias, señaló que hay que construir la esclusa en la represa de Salto Grande que permita pasar a las embarcaciones y dragar en varios puntos tanto al sur como sl norte de ese lugar. El subsecretario del MTOP prefirió no hacer estimaciones de costos ni de plazos para desarrollar la obra.
«El ‘no’ siempre lo tenemos para este tipo de proyectos, los que lo queremos llevar adelante sabemos que vamos a tener obstáculos pero está la voluntad del Poder Ejecutivo y el entusiasmo de varios actores regionales», señaló.