La hidrovía Paraguay-Paraná, una de las principales arterias de la economía paraguaya, está cada vez más complicada por la bajante histórica de sus aguas y ocasiona dificultades para su navegabilidad natural, distorsiona negativamente las exportaciones e importaciones.
Este año, en 2 ocasiones se recurrió a las represas de Itaipú y Yacyretá para que liberen agua, que permitió el avance de cientos de barcazas y remolcadores que exportaron soja, arroz y otros productos. “Hay pronósticos de organismos nacionales e internacionales que indican que para lo que resta del año e inclusive para los próximos 5 años, tendremos una situación parecida al fenómeno de La Niña, un régimen de lluvia muy por debajo de los promedios normales”, dijo Esteban os Santos, presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (CAFyM).
Señaló que al revisar los datos históricos de la medición de la curva evolutiva de los niveles de los ríos de la Asociación Nacional de Navegación y Puertos, el promedio en Asunción debería ser de 4,20 m y hoy se ubica en 0,50 m. “Estamos casi 4 metros por debajo del promedio de los últimos 25 años. Cada vez se pone más complicada la navegabilidad por los ríos. Hay grandes volúmenes de carga de envíos pendientes. “Estamos en la zafra del maíz y está empezando el trigo, mientras la zafra de la soja terminó, pero aún no se envió el 100% por diversos motivos como cuestiones comerciales de precio y por problemas de navegabilidad.
En volúmenes de exportación, se tiene cerca del 10% por arriba, recordando que en el 2019 la zafra fue muy mala, apenas llegó a alrededor de 7,5 millones de toneladas y este 2020 se superan las 10,5 millones de toneladas. El crecimiento está relacionado a la producción local, mientras en importaciones estamos un -10% del promedio del 2019 y prevemos que por del coronavirus tendremos una merma aún mayor en la importación al cierre del 2020”, explicó.
En este momento, hay una “ventana de agua natural” en el río Paraná, tras algunas lluvias que se acumularon y aparentemente continuarán por 2 semanas más, pero con cargas de hasta el 50% de capacidad. Acotó que se está trabajando en una tercera ventana de agua con las represas, pero dependerá de los regímenes de lluvia que se tendrán en los próximos meses, aunque de todas formas la bajante es muy pronunciada. “Pedimos al Gobierno que sean ágiles y rápidos, así como efectivos en la adjudicación e inicio del dragado que requieren los ríos.
El Paraguay está bajando a un régimen de 3 cm por día, que es grave. Los trabajos de dragado se debían haber comenzado a principios de año y no al final. Hay riesgo de desabastecimiento de combustible, ya que el 100% ingresa por navegación y la mayoría de los puertos que reciben combustible están al norte en los pasos más críticos para la navegación”, dijo.
LICITACIONES
A raíz de los problemas, hay un proyecto de ley para la declaración de Emergencia Nacional de los ríos Paraguay y Paraná, impulsado por el diputado Carlos Núñez, además se deben ejecutar trabajos de dragado y balizamiento en los principales puntos. Dijo que hay una firma internacional de dragado que está entre las 3 más grandes del mundo que presentó un proyecto de iniciativa privada al Gobierno con inversión estimada de US$ 110 millones para hacer el dragado de apertura y luego mantenimientos anuales por US$ 40 millones.
“Las cifras nos preocupan porque estos trabajos se repagan con una tasa de peaje fluvial que tenemos que pagar nosotros y creemos que los trabajos que se requieren no alcanzan ese dinero y veremos qué decisión toma el Gobierno. Hay una licitación de dragado de 3 millones de m3 que estaría siendo licitados en los próximos 30 a 60 días, el cual sería adjudicado en un mes y si todo marcha bien las obras comenzarán a fin de año, lo cual ya es tarde”, indicó Esteban dos Santos.
FUENTE: LA NACION