Asunción, 3 de noviembre de 2024 – La histórica bajante del río Paraguay, que ha mantenido en alerta a la navegación y a la economía del país durante gran parte del año, comienza a mostrar señales alentadoras de recuperación, gracias a recientes lluvias en la cuenca alta, específicamente en la zona del Pantanal. Esta leve recuperación podría ser el inicio del fin de la etapa más crítica, según coinciden expertos y autoridades del sector.
El gerente de Dragados del Ministerio de Obras Públicas, Benjamín Martínez, señaló al diario Última Hora que, aunque aún se registran descensos en varios puntos del río, las mediciones en el norte muestran un repunte de algunos centímetros. «Estamos viendo cómo la cuenca media podría beneficiarse de esta mejora en los próximos días. Es alentador que haya lluvias en el Pantanal, zona que abarca Bolivia y Brasil. Esto ha reducido el ritmo de bajante de 5 a 6 centímetros diarios a 2 centímetros», explicó Martínez.
Por su parte, Raúl Valdez, presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (CAFyM), confirmó que, aunque la situación para la navegación sigue siendo delicada, los recientes repuntes en la región de Mato Grosso, Brasil, podrían traducirse en mejores condiciones en las próximas semanas. «Llevamos más de 10 días observando incrementos en los niveles de esta zona, lo que nos da esperanza de que este ciclo natural del río Paraguay sea el principio del final de la criticidad», destacó.
Impacto en la navegación y la economía
A pesar de las noticias alentadoras, los desafíos para la navegabilidad y la logística fluvial persisten. Entre los puertos de Pilar y Villeta, las cargas deben reducirse a la mitad para poder operar, lo cual afecta directamente los costos de importación y exportación. Según el Ministerio de Industria y Comercio, aproximadamente el 75% de la carga comercial del país depende de la hidrovía. La reducción de capacidad y el doble de tiempo requerido para navegar están generando sobrecostos que impactan en toda la cadena de suministros.
Raúl Valdez explicó que, debido a la bajante, los costos de los fletes fluviales han aumentado hasta un 40%, lo que representa un serio desafío económico para el sector. «Estamos operando con solo el 50% de la capacidad y enfrentamos demoras significativas, que generan acumulación de cargas en los puertos y sobrecostos que se trasladan a los importadores y exportadores», señaló Valdez.
Perspectivas y un plan maestro en discusión
Las autoridades de navegación y las empresas de logística están apostando a que el repunte de nivel previsto para mediados de noviembre ayude a mitigar la situación actual. Sin embargo, Valdez indicó que una solución duradera requiere inversiones de largo plazo y estudios más detallados. «Necesitamos un plan maestro que nos permita anticiparnos a futuras variaciones y mejorar la infraestructura, para evitar el impacto crítico de estas fluctuaciones extremas en el nivel del río», sostuvo el titular de CAFyM.
Mientras tanto, el Ministerio de Obras Públicas sigue implementando medidas de dragado en zonas clave y se prevé la intervención en el tramo de Alto Paraná en las próximas semanas, a fin de preparar las condiciones para una eventual mejora en la navegabilidad.