Al iniciar la segunda quincena de septiembre 2021, los precios del petróleo abrieron con ganancias importantes tras pronósticos de elevada demanda para 2022. También las preocupaciones sobre la producción de crudo estadounidense después de los estragos del huracán Ida, se tradujeron el aumento de precios.
Vale recordar que previamente, China realizó una intervención sin precedentes en el mercado de petróleo con una liberación de parte de su reserva de energía estratégica. Este movimiento por parte del gigante asiático fue con el objetivo explícito de contener los precios del petróleo y va en el mismo sentido de la petición pública de Estados Unidos a la OPEP para aumentar la producción.
En este sentido, los precios del crudo de Estados Unidos abrieron por arriba de los 70 dólares por barril. Los futuros de petróleo estadounidense subieron 1.1% para ubicarse en 70.46 dólares el barril (dpb), mientras que el Brent subió 0.8% a los 73,52 dpb.
Ante estos precios altos en que los mayores consumidores de crudo del planeta (China y Estados Unidos) no pueden tolerar cotizaciones mucho mayores a los 70 dpb, se esperan más liberaciones de reservas por parte de China. Se estima que el país libere entre 5 y 10 millones de toneladas de reservas de este recurso para intentar mitigar el aumento de precios del principal energético.
Por su parte, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), elevó el pronóstico de demanda mundial de crudo para 2022 de 3.28 millones de barriles diarios a 4.15 millones de barriles por día. En el informe se dio cuenta de la importancia del avance en las campañas de vacunación en las nuevas cotizaciones altas del petróleo.
“Se espera que la pandemia de Covid-19 se gestione mejor y que las actividades económicas y la movilidad vuelvan firmemente a los niveles anteriores al Covid-19” se puede leer en el informe.
También, las restricciones en la demanda han sido clave para las altas cotizaciones del crudo durante la primera quincena de septiembre. La pérdida de producción en el Golfo de México tras los estragos del huracán Ida, también se han traducido en mayores costos del petróleo.
Apenas dos semanas después de Ida tocara tierra, aproximadamente tres cuartas partes de la producción en esta región estuvo detenida. Al respecto Goldman Sachs describió el impacto en la producción como “históricamente grande” y pronosticando una pérdida de cerca de 40 millones de barriles de producción de petróleo.
Fuente: juarezhoy.com.mx