Con el apoyo de nuevos socios, Servicios Marítimos transformó en full container un buque multimodal que estaba en desuso. El estudio Moreno, junto al astillero UTE Ramallo, estuvieron a cargo de la reconstrucción de la nave que cuenta con 6 mil HP de potencia, pudiendo alcanzar una velocidad crucero de 12.5 nudos, 127 metros de eslora y una manga de 22 metros.
La unidad, que comenzará a operar en los próximos días, puede transportar 832 contenedores de 20 pies de longitud y realizar 200 conexiones para alimentar contenedores refrigerados. En principio conectará semanalmente Rosario, Zárate y Montevideo, Uruguay; luego la empresa aguarda incorporar servicios en Puerto Buenos Aires y Rio Grande Do Sul y Navegantes, en Brasil.
Mónica Navarro, CEO del grupo y gerente general de Vessel, que operará la embarcación, contó que para la reconstrucción del buque Argentina C, durante tres años se emplearon más de 1000 personas de forma directa e indirecta, con una inversión de US$13 millones que se alcanzó al conformar una unión temporal de empresas (UTE) entre Vessel, la Cooperativa de Trabajo de Pilotaje y Practicaje del Río Paraná (Coprac), LMP Remolques y Servicio Integral de Prácticos (Sipsa).
Al inaugurar la ceremonia de bautismo, en un escenario montado frente a la central eléctrica ubicada en la Dársena E de Puerto Buenos Aires, Navarro destacó que «hace 30 años no se realizan este tipo de construcciones en la Argentina», y expresó que Vessel cuenta con más de 20 años de experiencia en el rubro. «Tenemos la convicción de que nuestro país debe volver a contar con buques de bandera nacional, capaces de realizar también cabotaje nacional, cosa que hasta hoy no se podía porque todas las embarcaciones que transitan nuestra hidrovía son de banderas extranjeras», marcó.
En ese sentido, recordó que Vessel -que forma parte del grupo Servicios Marítimos- entre 2004 y 2005 había logrado convertirse en uno de los principales transportistas de contenedores de cabotaje en la Argentina, pero, según indicó, «por una serie de políticas erradas y poco inteligentes que asfixiaron el crecimiento del país», optaron por reinventarse y, como tantos armadores argentinos, aprovecharon las oportunidades que ofrecía Paraguay.
«El país quedó sumido en la desintegración de la marina mercante mientras que Paraguay alcanzó a convertirse en la tercera flota fluvial del mundo», afirmó. «Junto con las desapariciones de los armadores nacionales también quedaron destruidos o paralizados muchos puertos del interior del país, obligando a los productores a exportar o importar vía camión hacia el puerto de Buenos Aires, sin competencia por agua», explicó Navarro, que se mostró orgullosa de volver a generar competencia con el transporte de cargas por carretera.
«Semejante obra tenía que ser dirigida por una mujer», le dijo a Navarro un referente de una de las principales navieras del mundo que opera con contenedores en la Argentina, luego del bautismo, mientras avistaban desde el puente a la embarcación, una postal exclusiva de la ciudad de Buenos Aires. «Repetilo bien fuerte y que lo escuchen todos», respondió con orgullo y euforia, Navarro, rodeada de funcionario públicos, autoridades de la Prefectura Naval y la Armada Argentina, representantes de gremios, y empresarios ligados al comercio exterior y la marina mercante, que llegaban al quinto piso, donde se encuentra el control de mandos.
«Estamos construyendo en forma permanente», contó y agregó que el grupo avanza con una barcaza tanque con capacidad para 11 mil metros cúbicos, para hacer transporte entre Argentina y Brasil.
Respecto a esta nueva nave reconoció que «va un poco lento» por la falta de financiamiento y señaló que la finalización de la obra dependerá de alguna oportunidad que se presente o la posibilidad de obtener crédito. «Necesitamos una mirada del Gobierno hacia la marina mercante que no está; nuestro país está de espalda al mar, al río y a la marina mercante», dijo Navarro.
Valor agregado
Argentina C se equipó con las últimas tecnologías que exige la industria naval y, ante la necesidad de contar con marinos mercantes calificados, la empresa decidió destinar habitabilidad a bordo para embarcar en todas las travesías a 12 cadetes de la Escuela Nacional de Náutica Manuel Belgrano, dependiente de la Armada Argentina. «Nos llena de orgullo porque no se contaba en el país con estas herramientas, se estaba haciendo muy difícil cumplimentar las exigencias de capacitación STCW95/98 de la Organización Marítima Internacional (OMI), cosa que ahora será posible», dijo Navarro.
El buque que lleva el nombre de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, permitirá a unos 74 aspirantes, por año, cumplir sus singladuras, requisito para graduarse en el tiempo indicado y evitar las demoras que se están ocasionando actualmente por no contar con buques donde embarcarse.
Fuente: La Nación (Argentina)