Las sanciones que aplicaron los países de Occidente a Rusia por la invasión a Ucrania a finales de febrero alteraron el complejo cárnico paraguayo, ya que el país que lidera Vladimir Putin es el segundo mayor mercado para la carne bovina y el primero para las menudencias nacionales.
Rápidamente se movieron los mercados, ganó lugar la incertidumbre y creció la especulación.
Los frigoríficos anunciaron una tregua en las compras, en un momento que los negocios por machos gordos alcanzaban máximos de 4 dólares por kilo a la carne y en la reposición los primeros terneros carimbo 2 se negociaron en Gs. 16.000 por kilo vivo.
“El productor no sabe qué pagar”, expresó en los primeros días de marzo un operador que se dedica a la venta de reposición por pantalla, mientras los ganaderos estaban “con mucha cautela” a la espera de la formación del nuevo mercado.
Previo a la invasión rusa y la sanción que eliminó a bancos del sistema Swift, que limitó al país a hacer negocios con el mundo, las exportaciones de carne bovina de enero y febrero caminaban a la par de los números récords del año anterior, con una caída del 2,7% en volumen pero un aumento del 15,8% en los ingresos por concepto de envíos al exterior; siendo la mayor facturación, al menos, desde que hay registros.
Mientras tanto, el cinturón agrícola de Paraguay sufría altas temperaturas y déficit de lluvias que generaron mermas importantes en los rendimientos de los cultivos de verano, y obligó a las industrias a pensar en la importación de soja y maíz para abastecer las necesidades del 2022; en un periodo con cotizaciones de commodities al alza, lo que aumentaba los costos de producción en ganadería.
El pasado 2 de marzo los frigoríficos volvieron a las compras de animales gordos con cotizaciones que registraron pérdidas de hasta 70 centavos de dólar para machos y de 80 centavos para vacas, luego de estar fuera del mercado por casi una semana. El precio del macho se ubicó en US$ 3,30 por kilo carcasa y el de la vaca en US$ 2,90 a la carne, lo que significó un ajuste del 18-20% frente a la última cotización.
En la región, impulsados por la demanda de carne de China, los valores de los novillos gordos empezaban a superar la línea de los 5 dólares a la carne en Argentina y Uruguay, y la de los 4 dólares en el promedio de los Estados exportadores de Brasil.
Difundidos los datos producción y exportación de marzo, el primer trimestre del año 2022 cerró con una faena de 456.943 cabezas, una baja del 18,6% frente a las 558.303 reses del año pasado. Mientras que las exportaciones sufrieron una caída del 15,8% en volumen y la diferencia de facturación se ajustó a 0,2% a favor del año en curso.
Enfocados en la coyuntura Rusia, la faena de bovinos de marzo sumó 145.737 animales, un descenso del 0,8% versus el procesamiento de febrero, mes en el que se contaba con las ventas al país euroasiático. Bajó la actividad de novillos, vacas y vaquillas, pero aumentó el sacrificio de toros.
Las dos empresas habilitadas a la exportación de carne a Rusia, Minerva y Concepción, bajaron en marzo los volúmenes de faena en su plantas en 19,25 y 21,8%, respectivamente, comparado con febrero.
Durante marzo, la producción de carne en las plantas exportadoras registró 35.059 toneladas, una baja del 1,2% frente a febrero.
Desde el sector industrial se explicó que en las últimas dos semanas de marzo aumentó la dinámica de las faenas, como consecuencia de la demanda de Chile para Semana Santa, lo que también empujó al alza los precios, con referencias de machos y vacas que hoy están en US$ 3,70 y US$ 3,20 por kilo carcasa, unos 40 centavos de dólar por encima a los precios de los primeros días del mes; un aumento del 12%.
En la comparación anual, la faena de bovinos se retrajo 36,7% frente a igual mes del año pasado cuando se sacrificaron 230.196 animales, siendo el mes de mayor faena de un 2021 histórico.
La exportación de carne en marzo totalizó 22.675 toneladas, una reducción del 6,1% comparado con febrero del 2022 y del 33,7% con marzo del año pasado.
Si bien era un hecho que las ventas iban a bajar en Rusia, donde se experimentó una caída del 66,3% en volumen y 3,1% en precio versus febrero, había expectativa de una mayor demanda de Chile y Taiwán para mantener la estabilidad de las exportaciones, sin embargo el aumento no se manifestó. Los dos mercados bajaron las compras 1,4 y 2,3%, respectivamente. En precio, Chile valorizó 2,1% la tonelada hasta US$ 5.616, mientras que Taiwán se mantuvo con una variación mínima de -0,7% (US$ 5.342).
Por otro lado, los envíos crecieron a Brasil e Israel, este último con el reciente retiro de las cuadrillas kosher y con negociaciones activas para el retorno en mayo. Brasil compró 2.865 toneladas (+39,1%) por US$ 5.406 por tonelada (+2,7%), e Israel demandó 2.650 (+13,8%) por US$ 6.230 (-1,7%).
Frente a marzo del 2021, la venta al exterior de carne bovina bajó 33,7%, marcando también menores envíos a Chile, Rusia y Taiwán.
A la espera del mercado de Estados Unidos, Paraguay redujo en marzo la concentración de carne a los cinco principales compradores. Del volumen total, se envió el 87,2%, cuando en febrero de 2022 el top cinco se quedó con el 93,1% y en marzo del año pasado con el 90,6%.
Durante esta coyuntura, los productores, las industrias y el Gobierno se sentaron para intercambiar sobre la actualidad de los mercados, remarcando la necesidad de trabajar para lograr la apertura de China y con entendimiento en proyectar una plataforma que permita posicionar mejorar a la carne nacional en el mundo; a parte de determinar cuál es el mejor acceso a Estados Unidos y, a pedido de los productores, buscar otras alternativas de negocios como la exportación en pie.
Fuente: http://www.valoragro.com.py/