Antonio Solimeno habló sobre las características de las flamantes embarcaciones.
Apenas asomado el sol del primer sábado de agosto, Antonio Solimeno, llegó al muelle del INIDEP situado en el Puerto Mar del Plata. Así comenzó a vivir un día muy especial, donde pudo ver hecho realidad su sueño, al presentar al Luigi y botar su gemelo Anita, junto a Sandra Cipolla, presidenta de Astilleros SPI, establecimiento que construyó los buques. Estos barcos, constituyen un hito en la historia de la industria naval argentina por su tamaño y las capacidades tecnológicas. Además, llevan precisamente los nombres de los padres de Antonio, que fueron recordados con sentida emoción.
“Luis, mi papá, llegó a nuestro país, proveniente de Italia en 1935 a la edad de 14 años”, dijo entre lágrimas, el empresario ante la presencia de centenares de personas, entre las que se encontraban la titular de la Anses, Fernanda Raverta, el presidente del Consorcio de Gestión del Puerto Mar del Plata, Gabriel Felizia, el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, el arzobispo marplatense, Gabriel Mestre, el ingeniero naval Horacio Tettamanti y el presidente del Cluster de Energía Mar del Plata, Marcelo Guiscardo.
El presidente del Grupo Solimeno, agregó que “nuestro primer barco fue el San Antonio II, botado en noviembre de 1972. Pasaron 50 años… Lo hicimos entre mi padre, un socio y yo”. A partir de esa piedra angular, junto a sus hermanos desarrolló una compañía pesquera que actualmente emplea a más de 850 personas y comercializa cada año más de 30.000 toneladas de alimentos, tanto en el mercado interno como en exportaciones.
En el ultramoderno puente de mando del flamante Luigi, Ser Industria entrevistó a Solimeno para conocer parte de sus vivencias y su visión de la actualidad de la pesca. Además, agradeció especialmente todas las personas que trabajaron en la construcción de las embarcaciones.
Es inevitable decir que transmite el orgullo de mostrarnos este barco…
Sí, es un sueño, es hermoso. ¿Viste los camarotes, la cocina, la sala de máquinas? Es todo un lujo. Este puente, con tantas pantallas, tecnología de punta…Es algo increíble y lo hicimos acá, en Argentina, con obreros, técnicos y profesionales de nuestro país.
¿Cuándo comenzarán a pescar los nuevos buques?
El Luigi está listo, va a salir la semana próxima. Restan unos detalles, más que nada, de documentación. Ya tenemos la matrícula, el certificado de navegación…Saldrá a buscar mariscos. Respecto al Anita, estamos en etapa de terminaciones. Hoy se hizo el bautismo del barco, pero todavía tenemos unos meses para terminarlo. Los dos son iguales, gemelos. Tienen 12 guinches y pueden hacer las distintas pesquerías y artes de pesca, es decir, están disponibles para la pesca de tangones, mariscos, pelágicos o la merluza.
Desde aquel primer barco a hoy, pudo seguir una sostenida evolución…
Sí todo va cambiando y nos fuimos aggiornando. Empezamos con los barcos costeros, después saltamos al merlucero, luego al merlucero más grande…así fuimos creciendo en las distintas modalidades, los tiempos y los mercados. Empezamos con el barco costero. Después vimos que no podíamos defender el producto- Hicimos la primera fábrica en la avenida Juan B. Justo en 1976 y así fuimos creciendo. Pero después veíamos que había otras cosas para hacer y entrando a los 80 incorporamos al Arrufo, el Pacú y el Borrasca, típicos merluceros que cuando vinieron a la Argentina eran congeladores. Luego el Virgen María y los poteros. Posteriormente llegaron los congeladores. Nos fuimos adecuando a las distintas pesquerías y a los mercados.
En algunos círculos se dice que, en materia de pesca, el tiempo de Mar del Plata ya pasó y que ahora la actividad se traslada a Chubut…
No, Mar del Plata va a seguir existiendo porque este Puerto tiene mucha infraestructura, no solamente para la pesca, sino también para la industria naval y reparación. ¿En la Patagonia hay lugares para reparar? Bueno, entonces Mar del Plata va a seguir siendo un clúster pesquero, industrial y comercial, eso es muy importante. Sabemos perfectamente bien que los caladeros están cada vez más lejos y habrá que pensar cómo llegamos- Acá tenemos buenas plantas industriales, fábricas de conserva…
Estamos sobre el Luiggi, el pesquero más grande y moderno de Argentina. ¿Cuántas personas componen la tripulación?
Tanto Luigi como Anita son de 39.90 metros de eslora total, con 11.50 de manga. La capacidad es para 38 tripulantes que se compone de tres oficiales de puente, tres de máquinas, un enfermero, cocinero, ayudante y marineros. Es un lujo, la cocina, los camarotes que contemplan la política de género…. La carpintería y los materiales que hemos puesto tienen un costo elevado. Hay mucho acero inoxidable por todos lados. Hemos pensado muy bien este barco, elegimos lo mejor en base a nuestra experiencia. Cuando desguazamos los barcos vemos donde están los problemas y hemos tratado de corregirlos.
¿Se ha pensado en la sustentabilidad a la hora de hacer a Luigi y Anita?
Estos barcos van a funcionar con un solo motor. Tiene los auxiliares, pero cuenta con hélice de paso controlable o paso variable y lleva acoplado un generador de mil kilovatios. Esto significa ahorro de combustible menor emisión de gases. Todos los motores que tenemos cumplen con las normas.
¿El barco va a operar desde este puerto?
No, puede operar donde quiera. Desde acá, descargarlo en cualquier puerto patagónico u otro lado, la idea es hacerlo eficiente.
¿Poner en agua a Luigi y Anita genera fuentes de trabajo?
En la factoría de tierra se mantiene lo que tenemos, pero hay que pensar que se incorporan 38 tripulantes por cada barco. Tengo otros tantos en tierra, por la logística, los descargos, un montón de cosas.
En medio de la crisis que estamos atravesando, ¿es difícil construir un barco de este nivel?
Ahí estamos mal, No podemos traer nada, desarrollar este proyecto llevó cuatro años. Son problemas que tenemos nosotros, pero más el astillero. A nosotros nos traen la chapa, los motores, los auxiliares y los guinches. El Anita ya tienen los guinches a bordo, está todo el motor…pero ahora va a haber un problema. No puedo traer un ojo de buey, las puertas, acá todas las puertas del exterior son de acero inoxidable. Es decir, hay dificultades para importar y para pagar.
¿Tienen en mente armar otro barco?
Por ahora no. Para hacer otro barco necesito tiempo.
Fuente: serindustria.com.ar