Exportaciones caen un 19%, el déficit comercial se agrava y los conflictos sociales amenazan las rutas logísticas del cono sur.

El comercio exterior de Bolivia atraviesa una profunda crisis que ya comienza a tener efectos colaterales en la región. La combinación de una abrupta caída en exportaciones, escasez de combustibles, conflictos sociales y fenómenos climáticos ha deteriorado las operaciones logísticas del país altiplánico, generando un impacto significativo en la cadena de abastecimiento que involucra también a Paraguay y otras economías vecinas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de Bolivia, entre enero y noviembre de 2024, las exportaciones bolivianas sufrieron una caída del 19%, alcanzando apenas USD 8.247,4 millones frente a los USD 10.170,8 millones del mismo periodo en 2023. Las importaciones también disminuyeron un 16%, totalizando USD 8.840,4 millones. Como resultado, el déficit comercial alcanzó los USD 593 millones, un 66% más alto que en 2023.
Los sectores más golpeados fueron hidrocarburos y productos agrícolas, particularmente la soya, que sufrió una pérdida de más de USD 600 millones en ingresos debido a la sequía.
Rutas en crisis: bloqueos y escasez de combustible
El sistema logístico boliviano se encuentra bajo fuerte presión. A comienzos de 2025, el país experimentó una crisis de abastecimiento de diésel y gasolina, que paralizó el transporte de carga en varias regiones. La situación se vio agravada por protestas de transportistas y bloqueos de caminos por parte de sectores agroindustriales que reclaman la liberación de exportaciones.
La Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (CANEB) expresó su preocupación por el impacto que estos factores están teniendo en el comercio exterior y la reputación del país como plataforma logística regional.
«Estamos enfrentando una tormenta perfecta: falta de divisas, bloqueos sociales, falta de combustible y fenómenos climáticos que afectan la producción», declaró Danilo Velasco, presidente de CANEB.

Efecto en la hidrovía y el comercio regional
Bolivia es un actor estratégico en la Hidrovía Paraguay-Paraná, por lo que la crisis logística también genera un efecto dominó en el flujo de carga regional. Paraguay, que depende en parte de rutas terrestres y fluviales compartidas con Bolivia para sus exportaciones e importaciones hacia el Pacífico y otros destinos, ya empieza a notar retrasos y desvíos en sus operaciones.
Empresas navieras y operadores logísticos de Paraguay han reportado demoras en los tránsitos por el eje Santa Cruz-Puerto Suárez, vital para el comercio con puertos brasileños del Atlántico y del Pacífico, como también para el intercambio con zonas francas bolivianas.
Perspectivas para 2025
Los exportadores bolivianos mantienen un pronóstico pesimista para 2025. En enero de este año, las exportaciones totalizaron solo USD 597,84 millones, mientras que las importaciones fueron de USD 781,07 millones, con un déficit mensual de más de USD 183 millones. La falta de soluciones estructurales por parte del gobierno y la proximidad de un clima electoral crispado no auguran mejoras en el corto plazo.
Desde Paraguay, analistas logísticos recomiendan monitorear de cerca la evolución de los conflictos en Bolivia, ya que una prolongación de la crisis podría comprometer seriamente los tiempos y costos logísticos de la región.