El choque entre un petrolero y un buque de carga frente a la costa de Inglaterra ha desatado un incendio que sigue activo, generando preocupación por su impacto ecológico.

Un incendio de gran magnitud continúa ardiendo en el Stena Immaculate, un petrolero fletado por el ejército estadounidense, tras la colisión con el buque portacontenedores Solong el lunes en el Mar del Norte. Mientras las autoridades intentan contener la emergencia, crecen los temores por un desastre ambiental debido a la fuga de queroseno y la carga tóxica transportada por el carguero.
La colisión ocurrió a unas 10 millas náuticas (16 kilómetros) de la ciudad de Hull, en la costa este de Reino Unido. De los 37 tripulantes a bordo de ambos barcos, 36 fueron rescatados y trasladados a tierra, mientras que uno permanece desaparecido.
Explosión y derrame de queroseno
El Stena Immaculate, con bandera portuguesa y operado por la empresa sueca Stena Bulk, transportaba 220.000 barriles de queroseno cuando fue embestido por el Solong, en circunstancias aún bajo investigación. La colisión provocó un incendio que se propagó rápidamente y que, según Martyn Boyers, director del puerto de Grimsby, «ardió toda la noche y continúa hasta esta mañana».
Uno de los tanques del petrolero se rompió durante el impacto, causando una fuga de queroseno en aguas cercanas a una importante zona de reproducción de marsopas. Esta situación ha despertado preocupaciones ambientales debido a la toxicidad del combustible y su posible impacto en la fauna marina.
Cianuro de sodio: un peligro latente
Además del incendio y el derrame de combustible, el Solong transportaba quince contenedores de cianuro de sodio, un químico altamente tóxico y potencialmente letal en contacto con el agua. Aunque no se ha confirmado si alguno de los contenedores ha sufrido daños, la posibilidad de una contaminación química agrava la emergencia.

«La contaminación resultante de incidentes de este tipo puede afectar directamente a la vida marina y generar efectos a largo plazo en la cadena alimentaria», advirtió Tom Webb, profesor de ecología marina en la Universidad de Sheffield.
Investigación en curso y respuesta internacional
El gobierno británico ha calificado la situación como «extremadamente preocupante» y ha ordenado una evaluación para determinar las medidas de contención necesarias. Organizaciones ambientales, como Greenpeace, han advertido sobre los «múltiples peligros tóxicos» derivados del accidente, señalando que la fuga de queroseno puede ser letal para peces y mamíferos marinos.
Por su parte, el Military Sealift Command, organismo del Departamento de Defensa de EE. UU. que había fletado temporalmente el Stena Immaculate, no ha emitido declaraciones sobre las posibles consecuencias del incidente.
Mientras continúan los esfuerzos por controlar el incendio y evaluar los daños, la comunidad internacional sigue con atención este desastre marítimo que podría convertirse en una crisis ambiental sin precedentes en la región.