En el periodo entre 2008 y 2018 el comercio marítimo creció un 40% y las emisiones absolutas de gases de efecto invernadero disminuyeron alrededor de un 5%. Este desacoplamiento ha sido posible por la significativa mejora de la intensidad de carbono del transporte marítimo (emisiones de carbono por unidad de transporte, en t x milla) que fue en 2018 un 30% menor que en 2008. Este es uno de los muchos elementos que hacen del transporte marítimo el modo de transporte más respetuoso con el medio ambiente.
Sin embargo, el estudio pone de manifiesto que las mejoras en la eficiencia energética de buques propulsados con combustibles convencionales no serán suficientes para eliminar las emisiones de carbono por completo. Desarrollar tecnologías con cero emisiones sigue siendo imprescindible para lograr el objetivo acordado en la OMI de reducir las emisiones absolutas un 50% en 2050. La propuesta presentada por el propio sector naviero de establecer una tasa sobre el combustible para dotar un fondo que impulse el esfuerzo de I+D necesario tiene precisamente este objetivo.
“Este estudio se puede utilizar para identificar qué es lo que necesitamos hacer para alcanzar el nivel de ambición de la estrategia de la OMI. Ahora el sector naviero necesita investigación y desarrollo, para hacer de las tecnologías sin emisiones una realidad comercial”, ha declarado Lars Robert Pedersen, subsecretario general de Bimco.
Según el Secretario General de ICS, Guy Plattern, “Es muy alentador ver que el transporte marítimo sigue siendo el modo de transporte más respetuoso con el medio ambiente. El informe refleja los grandes esfuerzos que está haciendo el sector para desacoplar el crecimiento del transporte y el de las emisiones”.
El estudio presentado por la OMI no ha tenido en cuenta los efectos del COVID-19, ni el gran impacto que está teniendo en el transporte marítimo, aunque analiza su efecto a corto plazo en un apartado específico y declara que es difícil hacer previsiones a más largo plazo. La Organización Mundial del Comercio estima que la demanda de transporte marítimo caerá entre un 15 y un 30% en 2020.
Sobre este punto, Bimco destaca en su análisis que “los escenarios de la demanda mundial futura de transporte marítimo que plantea el estudio parecen realistas y están en línea con otros estudios recientes. No obstante, probablemente estén en el extremo superior del espectro, ya que los drásticos efectos de la pandemia de Covid-19 no se han incorporado a dichas proyecciones y la menor actividad económica tendrá un impacto, al menos a corto plazo.”
ICS considera que “a corto plazo, la reducción del transporte marítimo internacional, debido a la pandemia del Covid-19, puede llevar a una disminución de las emisiones. Sin embargo, también afectará a las economías y a la consecución de los Objetivos para un Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Los gobiernos tendrán, por tanto, que trabajar junto con la OMI para asegurar que el transporte marítimo puede jugar su papel en la recuperación global, al mismo tiempo que sigue el desarrollo de buques con cero emisiones”.
El cuarto estudio sobre emisiones de gases de efecto invernadero está disponible dándose de alta en la sección de documentación de la web de la OMI.
* Noticia recogida por la Asociación Española de Navieros (Anave)