Con destino a Europa, es una de las vías alternativas del narcotráfico a grandes escalas.
Los 1.658 kilos de cocaína secuestrados en Rosario que iban a ser exportados a Dubái como alimento balanceado tienen como antecedente cercano el decomiso de cinco toneladas de la misma droga en junio, en el puerto de Amberes (Bélgica), que salieron de Paraguay y atravesaron la hidrovía del río Paraná, una de las rutas alternativas de transporte de la droga desde Sudamérica hacia Europa, según organismos oficiales.
En su informe de 2021, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) señaló que «el sistema fluvial Paraguay-Paraná, formado por 3.400 kilómetros ininterrumpidos de ríos que conectan la Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay con el océano Atlántico, parece haberse consolidado como puerta de entrada para el transporte de la cocaína fabricada en Bolivia y el Perú a los mercados internacionales de cocaína a través de puertos del Brasil y el Paraguay».
Este fue el caso del cargamento secuestrado en junio en el puerto de Amberes por un monto de 250 millones de euros, según lo valuó un mes después durante un rueda de prensa el director Nacional de Aduanas de Paraguay, Julio Manuel Fernández Frutos.
La delegación de la Oficina de Drogas y Crimen de Naciones Unidas (Unodc, por sus siglas en inglés) en Bolivia, también dio cuenta de ese fenómeno en su informe del año pasado.
«En la hidrovía Paraná-Paraguay, por ejemplo, sería necesario intensificar los controles en los puertos que conectan varios países con el Atlántico, ruta que ha ganado rápidamente en importancia», afirma.
Y agrega que «se necesitan nuevas estrategias para hacer frente al elevado número de puertos clandestinos y nacionales de esa zona que se utilizan cada vez más como rutas de tráfico alternativas».
El periodista y diputado santafesino Carlos Del Frade, autor de una decena de libros sobre narcotráfico, dijo a Télam sobre el secuestro del viernes que «una tonelada y media es mucho, pero ojo que durante años han viajado toneladas de cocaína desde los puertos privados de San Lorenzo y Rosario».
Consideró que el secuestro histórico de cocaína de ayer en Rosario «es una operación de la DEA (la agencia de control de drogas de Estados Unidos), con algunas características que refuerzan lo que venimos diciendo desde hace 20 años: que por los puertos privados entra y sale cualquier cosa».