El Gobierno Boliviano anunció que prevé que las exportaciones agropecuarias se puedan ver afectadas por al menos nueve posibles impactos, ocasionados por la crisis sanitaria, que implican desde la carencia de productos agropecuarios entre julio y octubre, la interrupción en la cadena de suministros hasta la disminución en la demanda en el mercado exterior y otros.
“Considerando la estacionalidad de siembra y cosecha de los principales productos agropecuarios de la canasta familiar, se puede proyectar carencia de éstos entre julio y octubre de este 2020. También, uno de los efectos más directos de esta crisis sanitaria es la disminución en la actividad económica y en la demanda de varios socios comerciales importadores de alimentos, principalmente Estados Unidos, la Unión Europa y China”, advierte.
Esta previsión está incluida en el documento titulado Plan Nacional de Respuesta y Rehabilitación para el sector Agropecuario ante los Efectos del Covid-19, que fue redactado por el Ministerio de Desarrollo Rural y recibió el apoyo técnico y financiero de la cooperación internacional como IICA, FIDA, FAO y Banco Mundial.
El documento además señala que la desaceleración de la actividad económica en las principales economías del mundo puede repercutir en la productividad y rentabilidad de muchas empresas nacionales que dependen de las importaciones o exportaciones.
La otra es que las dificultades en el desplazamiento de personas y en el suministro de insumos pueden generar problemas en los procesos productivos, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de la población y el flujo de exportación.
Según el ministerio, se prevé la aplicación de medidas proteccionistas en el corto plazo que pueden extenderse en función de la situación económica de los países. Además, se vislumbra un aumento de la producción local en muchos países, para precautelar la seguridad alimentaria.
“Esta pandemia ha acelerado una tendencia que se venía manifestando en los últimos años, relacionada al retorno de políticas agrícolas proteccionistas por parte de varios países del mundo”, se indica en el plan.
La crisis puede causar impacto en el desempeño exportador del país, por la alteración en las importaciones de insumos y equipos, que son utilizados para producir bienes de exportación, señala.
Por último, anticipa que se prevé un incremento en las exigencias sanitarias y aquellas vinculadas con la inocuidad de los alimentos. Estas regulaciones podrían ser utilizadas en forma arbitraria, como mecanismos de defensa de los países importadores, concluye sobre la parte de los efectos de la Covid-19.
Ralentización del comercio
En general señala que la actual crisis sanitaria puede superar los efectos de la gripe española de 1918, que tuvo incidencia en las principales economías del mundo con una reducción estimada del 10% del comercio mundial.
Ésta puede generar mayores daños al comercio, debido a la gran conectividad humana y comercial actual como producto de la globalización, menores costos de transporte y comunicación y el desarrollo de las cadenas globales de valor.
Las proyecciones
Reducción De acuerdo con datos de la Organización Mundial del Comercio, se vislumbra que la reducción del comercio mundial en 2020 podría estar entre un 13% y 32%. El comercio ya había experimentado una desaceleración en 2019 (crecimiento menor al 1%) antes de la pandemia, causada por las tensiones comerciales y la lentitud del crecimiento económico.
Fuente: Pagina siete