El nivel del río Paraguay ha mostrado mejoras significativas en varios puntos críticos, especialmente en Asunción y Puerto Cáceres. Este comportamiento es consecuencia de lluvias recientes en la cuenca, que aportaron alivio a la crisis hídrica registrada meses atrás.
Comparativa con registros de octubre: Puerto Cáceres y Asunción
En la primera semana de octubre de 2024, el nivel del río Paraguay en Puerto Cáceres se encontraba en 1.20 metros, mientras que hoy, sábado 30 de noviembre, registra 2.15 metros, lo que representa un incremento de 0.95 metros o 95 centímetros. Esto equivale a 3 pies con 1 pulgada aproximadamente de repunte.
En Asunción, durante octubre el nivel había alcanzado el preocupante registro histórico de -1.67 metros, mientras que hoy se encuentra en -0.92 metros, lo que representa una mejora de 0.76 metros (76 centímetros). Este incremento equivale a 2 pies con 3 pulgadas, devolviendo un poco de estabilidad al tramo más transitado de esta arteria fluvial.
Evolución por tramos clave
Puerto Cáceres – Br.: Actual nivel 2.15 m, descenso de 1 cm respecto al día anterior, pero un aumento general desde octubre.
Asunción: -0.92 m, subió 1 cm en el último día.
Pilar: Actualmente en 1.10 m, con un significativo aumento de 8 cm en 24 horas.
Bahía Negra: 1.72 m, un leve descenso de 3 cm.
Impacto en la navegabilidad
Estas mejoras permiten que los tramos más críticos recuperen niveles mínimos de navegabilidad, especialmente en sectores clave como el tramo sur entre Villeta y Pilar. Sin embargo, la situación sigue siendo delicada, ya que el río aún no alcanza niveles óptimos para la plena operatividad de embarcaciones de mayor calado.
Perspectivas para diciembre
El pronóstico para la cuenca del río Paraguay dependerá de las lluvias en las zonas altas del Pantanal brasileño, que históricamente actúan como reguladores del nivel del río. Aunque los repuntes actuales son alentadores, se requiere un monitoreo constante y la aplicación de medidas estratégicas, como dragados preventivos, para mantener la navegación segura.
Los datos reflejan un leve alivio en la crisis hídrica, pero también un recordatorio de la fragilidad de nuestros ríos frente a los cambios climáticos. La comunidad fluvial y los sectores productivos deben trabajar en conjunto para garantizar el desarrollo sostenible de esta vital arteria paraguaya.