Por Chris Devonshire-Ellis y Patricia Varejão, Dezan Shira & Associates
En este momento, China se está recuperando del brote de Covid-19, que se originó en Wuhan, provincia de Hubei. Gran parte de las fábricas están volviendo a producir a tiempo completo mientras los empleados de oficina en las principales ciudades ya cuentan con el 50% de su capacidad. La demanda reprimida, en el que sigue siendo el mercado de consumo más grande del mundo, también ha visto a minoristas como Uniqlo de Japón y Apple en San Francisco reabrir todas sus tiendas. El índice de confianza del consumidor de China está en su nivel más alto en cinco años.
Sin embargo, esto ocurrió exactamente al mismo tiempo que la propagación de Covid-19 en Europa y Estados Unidos, los casos en Occidente están aumentando rápidamente. Es irónico que, mientras que la manufactura china comienza a recuperarse, las fábricas europeas y americanas se estén enfrentando a semanas de inactividad y pérdida de capacidad productiva.
De hecho, esto representa una oportunidad para los exportadores paraguayos y otros mercados del Mercosur. China, que se ha estado recuperando del bloqueo impuesto desde finales de Diciembre, ahora quiere comprar, justo cuando la UE y los Estados Unidos están en hibernación por coronavirus. Dada la relativa falta de disciplina civil en estas regiones en comparación con China, se puede esperar un mayor tiempo de inactividad. Los exportadores y empresarios sudamericanos pueden aprovecharse de la situación y mirar hacia China donde comienza la recuperación.
China es el socio comercial más grande de Paraguay, conviene señalar que Paraguay ganó volumen durante la Guerra Comercial entre Estados Unidos y China. Lo mismo debería suceder cuando Estados Unidos entre en bloqueo y no pueda suministrar a China los bienes que necesita – aunque por razones relacionadas con el Coronavirus, no por temas de índole política -. A nivel regional, China es el mayor socio comercial de Brasil, Uruguay y Paraguay.
Aunque China está comprando un significativo número de productos de América Latina, también hay oportunidades para los pequeños comerciantes, especialmente en los mercados de consumo. Los lectores pueden sorprenderse al descubrir que el Cha-Cha, el baile cubano, ha sido un ritmo popular para mantenerse en forma en China, desde los días de amistad entre Fidel Castro y el presidente Mao. Todavía se ve comúnmente como parte del Tai Chi matutino (clases de gimnasia) en todo el país, y goza de gran demanda. Este fenómeno explica la fácil aceptación y popularidad de restaurantes, bares y clubes con temas latinos en toda China. Mientras que el vino chileno ha estado en los estantes de los supermercados chinos, los vinos de las regiones del Mercosur no lo hacen, y lo mismo se aplica a otros consumibles, desde salsas hasta especias. La capacidad del Mercosur para exportar su cocina a China se ha quedado atrás en comparación con los chilenos. Sin embargo, hay más de 200 restaurantes y bares sudamericanos en las tres ciudades principales, Beijing, Shanghai y Guangzhou. ¿Puedes encontrar una botella de vino de algún productor paraguayo o de otro país del Mercosur? Además de la botella barata ocasional de Merlot, es muy raro.
Paraguay además fascina a los consumidores chinos. Cuando el equipo nacional de fútbol de China inevitablemente no pudo clasificarse nuevamente para la final de la Copa Mundial, los equipos sudamericanos estaban entre los favoritos para los ciudadanos chinos, siendo Paraguay uno de los más aclamados. Por tanto, no resulta sorprendente que jugadores como Lucas Barrios, José Ortigoza y Óscar Romero terminen sus carreras en el gigante asiático. Paraguay tiene un gran nivel de reconocimiento en China, que muchos paraguayos desconocen. Esta gran afinidad es de enorme utilidad a la hora de vender a consumidores chinos.
También está la cuestión de una actitud decreciente hacia la popularidad hacia los Estados Unidos: muchos consumidores y fábricas chinos se han sentido estigmatizados por la guerra comercial entre Estados Unidos y China y han comenzado a sentir que las políticas de Washington victimizan a los chinos y crean incertidumbre en la cadena de suministro. Esto condujo a una reducción en el atractivo de los productos fabricados en los Estados Unidos. Por ejemplo, Apple, que solía ser una marca líder de teléfonos celulares en China, ahora ha caído a la sexta posición. Las marcas estadounidenses no son tan deseables como antes, mientras que en Paraguay aún prevalecen los productos estadounidenses.
Esto implica que muchos fabricantes paraguayos pueden asumir que las marcas estadounidenses son las mejores del mundo, y en muchos casos, es cierto, con la excepción de China, donde una base de consumidores joven, rica y cada vez más moderna quiere algo nuevo. La oportunidad para los fabricantes paraguayos y con sede en el Mercosur es ahora, ya que Estados Unidos seguramente entrará en un período de baja producción dada la situación con el Covid-19, mientras China muestra signos de recuperación y aumento del consulto, lo que abre una gran brecha para acceder al mercado local.
Chris Devonshire-Ellis es el presidente de Dezan Shira & Associates. Patricia Varejão es asistente en el departamento de América del Sur. Dezan Shira & Associates tiene 28 oficinas en Asia y cientos de empleados, ayudando a inversores extranjeros en China y Asia en materias tales como estudios de mercado, importaciones, impuestos o constitución de empresas. Póngase en contacto con china@dezshira.com o visite www.dezshira.com