Tras la exitosa finalización del dragado en el Paso Queso, ubicado en el kilómetro 1300 del río Paraguay, la empresa Ingeniería de Topografía y Caminos (T&C) se encuentra lista para avanzar con las próximas tareas previstas en el tramo conocido como Vuelta Guaycurú, localizado unos kilómetros más al sur, próximo a la ciudad de Humaitá.
Sin embargo, el inicio de estas obras se encuentra nuevamente a la espera de la autorización de las autoridades argentinas, específicamente de la Prefectura Naval Argentina y de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN).
Del lado paraguayo, tanto el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) como la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) y la Prefectura General Naval ya han otorgado todas las autorizaciones y coordinaciones necesarias para que la empresa contratista pueda continuar los trabajos de dragado.
Un riesgo para el plan de mantenimiento del tramo sur
Esta demora en la autorización pone en riesgo el plan de mantenimiento de los canales de navegación en el tramo sur del río Paraguay, justamente en un momento clave en el que las proyecciones meteorológicas anticipan el retorno de condiciones de bajante crítica en los próximos meses.
El MOPC, la ANNP y la empresa dragadora T&C han diseñado un plan estratégico para adelantarse a la bajante, asegurando que los principales pasos se mantengan navegables y evitando una nueva crisis fluvial como las vividas en los últimos años.
La amenaza del fenómeno “La Niña”
Desde la Dirección de Meteorología e Hidrología se advierte la inminente instalación del fenómeno climático “La Niña”, caracterizado por el enfriamiento anómalo de las aguas del océano Pacífico ecuatorial, lo que altera los patrones atmosféricos globales.
En el caso del Cono Sur, La Niña provoca una reducción significativa de las precipitaciones, especialmente en Paraguay, Argentina y el sur de Brasil, lo que conlleva a niveles extremadamente bajos en los ríos de la cuenca del Plata. Estos eventos generan restricciones severas a la navegación, encarecen los fletes y afectan directamente la competitividad de las exportaciones regionales.
Una situación que se repite constantemente
Este escenario, que lamentablemente se repite año tras año, pone en evidencia la falta de capacidad de gestión y respuesta de las instituciones del vecino país para resolver cuestiones claves que afectan directamente al comercio fluvial regional.
Paradójicamente, el Gobierno del Paraguay, a través del MOPC, es quien financia y ejecuta las obras de dragado y mantenimiento de la vía navegable, una infraestructura utilizada por todos los países de la región sin costo alguno por peaje o mantenimiento, a diferencia de lo que ocurre en territorio argentino.
Aun así, las trabas administrativas y la falta de celeridad del lado argentino en otorgar simples autorizaciones técnicas terminan entorpeciendo el flujo de trabajo, generando efectos en cadena y poniendo en riesgo la logística fluvial y el comercio internacional de toda la región.
Los equipos listos y la espera continúa
Los equipos técnicos, embarcaciones y permisos del lado paraguayo están listos. La planificación está hecha, los plazos corren y el tiempo meteorológico no da tregua.
Hoy, la pelota está en la cancha de Argentina.
De la decisión y agilidad de sus instituciones dependerá que el trabajo conjunto pueda continuar y que el río Paraguay siga siendo una arteria viva, navegable y generadora de desarrollo para toda la región.
Porque mantener la vía navegable no es solo una cuestión técnica: es una cuestión de compromiso, de responsabilidad y de integración real entre naciones que comparten el mismo río, el mismo desafío y el mismo destino.
