La droga estaba en la bodega de un buque granelero que pasó una semana en la terminal de San Lorenzo y repostó en la rada de La Plata; los investigadores creen que la droga pudo haber sido cargada en medio del río Paraná o en Uruguay; un cartel colombiano podría estar detrás de la maniobra
ROSARIO.- La Policía Federal de Australia secuestró 900 kilos de cocaína en un importante puerto del oeste de la nación oceánica. Antes de llegar a la costa de Perth con casi una tonelada de droga en la bodega, el buque granelero pasó por dos terminales de la Argentina: una en Timbúes, en el Gran Rosario, y la otra en La Plata, Buenos Aires. Pero, además, el barco, de bandera de Islas Marshall, estuvo fondeado dos días en el río Paraná con el buque Petrobras 75. Por eso, la Prefectura y la Aduana investigan dónde se pudo “contaminar” la carga con el enorme cargamento de estupefacientes. No descartan que haya sido en Montevideo, en la Hidrovía o en alta mar.
Es poco usual que los narcotraficantes usen ese tipo de embarcaciones que poseen bodegas para granos para el tráfico de drogas. Generalmente, utilizan buques que cargan contenedores, donde se usa la modalidad rip-off –conocida también como “gancho ciego”– para introducir la droga, método que consiste en violar los precintos de los contenedores, contaminar la carga y colocar precintos nuevos después del control en Aduana.
Este miércoles a la tarde, la Policía Federal de Australia informó a la Dirección General de Aduana y a la Prefectura Naval argentinas del hallazgo de 900 kilos de cocaína en el buque ST Pinot, que había cargado granos en una terminal de Timbúes, que está bajo jurisdicción de la Aduana de San Lorenzo.
Las primeras sospechas se enfocaron en que en esa localidad de las afueras de Rosario se había cargado el estupefaciente. Agentes de la Aduana revisaron las cámaras de seguridad de la planta de Renova, que se encuentra en Timbúes, una de las más modernas del complejo agroexportador, y no encontraron evidencias de que allí se haya cargado la cocaína en la bodega del buque. La reacción de los investigadores fue rápida para descartar de plano que en esa terminal del complejo agroexportador se había contaminado la carga de granos.
El sinuoso derrotero del buque
El buque ST Pinot llegó a la terminal de Renova el 9 de abril pasado a las 23.14, según los registros de tráfico marítimo. La embarcación fue cargada con granos en ese puerto hasta el 16 de abril a las 8.19. En ese lapso en que el carguero de bandera de las Islas Marshall estuvo amarrado en esa terminal no se encontraron evidencias de que la droga haya sido embarcada, según dijeron a LA NACION calificadas fuentes de la Aduana.
Luego de dejar el puerto de Timbúes, el buque navegó algo menos de una hora hasta que fondeó en algún punto del río Paraná; los registros de tráfico marítimo arrojan que estuvo junto al Petrobras 75, que es un “buque de apoyo de alta mar”, una plataforma de almacenamiento flotante que puede ser usada como “puerto off shore”. El Petrobras 75 está “posicionado en la costa este de América del Sur desde hace 47 días”. Es decir, desde el 16 de abril. Y, justamente, el ST Pinot “arribó” al Petrobras 75 (que opera bajo bandera de Liberia) ese día a las 9.17, y “partió” a las 10.34 del 19 de abril. Actualmente, está en el Atlántico, frente a las costas de Brasil, al este de Santos (uno de los principales puertos del mundo) y al sur de Angra dos Reis, en Río de Janeiro.
El ST Pinot partió hacia el estuario del Río de la Plata y al día siguiente, el 20 de abril, a las 10.43, llegó al puerto de la capital bonaerense, donde estuvo hasta el 22 a las 15.25 (en teoría, repostando combustible). Desde allí zarpó para cruzar el Atlántico hacia el este, hasta que el 25 de mayo a las 10.23 recaló en el puerto de Fremantle, en el oeste de Australia, bañado por las aguas del océano Índico. En ese lugar se descubrió que el barco granelero estaba “contaminado” con 900 kilos de cocaína. Tras el operativo, el buque fue movido algo más al sur, y actualmente está amarrado en el puerto de Kwinana.
Fuentes de la investigación señalaron que buscan algún indicio sobre dónde se pudo cargar la cocaína. Así como la opción del Petrobras 75 sigue sobre la mesa de la pesquisa, tampoco se descartan que la droga haya sido embarcada en el puerto de Montevideo, donde el ST Pinot estuvo antes de arribar a Timbúes.
La conexión colombiana
El hallazgo de la droga generó preocupación porque hay antecedentes de que en Rosario se realizaron contrabandos de droga durante el año pasado. Esas operaciones estuvieron a cargo de un cartel colombiano. La información de este caso que se conoció este jueves es que el origen de la investigación también proviene de Colombia.
El año pasado se detectó que un cartel colombiano operaba en Rosario, con sigilo y con el apoyo de gente de Buenos Aires, que ajustaban la logística local. La semana pasada fue detenido en España uno de los arquitectos principales de los cargamentos de cocaína –más de 3000 kilos–, que una parte salió del puerto rosarino y otra fue incautada en la ciudad. Interpol detuvo en Madrid al colombiano Álvaro Antonio Ramírez Duque. Sobre él pesaba una orden de captura internacional firmada por el juez federal de Zárate-Campana Adrián González Charvay.
En diciembre pasado ya había sido detenido en Dubai el socio de Gabriel Jaime Londoño Rojas, cuando pretendía ingresar a ese país en momentos en que se realizaba el Mundial de Qatar. Una de las sospechas es que la cocaína que se secuestró en Rosario y otra parte en el puerto de Santos, Brasil, sería destinada al Medio Oriente durante el torneo, ya que la zona estaría inundada de potenciales “clientes”.
Según la información de la Policía Federal a la que accedió LA NACION, estos “altos jefes colombianos” estuvieron de paso en la Argentina entre mayo y julio del año pasado, coordinando la operatoria con la rama argentina de la organización transnacional para, luego, retornar a su país. Desde el momento de su llegada a Ezeiza, los colombianos fueron monitoreados por efectivos encubiertos de Policía Federal”.
Londoño Rojas y Ramírez Duque son dos de los tres colombianos que coordinaron el envío de 1658 kilogramos de cocaína desde Rosario hacia Dubai, pero antes de que se concretara el despacho de la droga por el puerto de Rosario, el cargamento fue secuestrado en un galpón del barrio Empalme Graneros. Se sospechaba que otro cargamento similar, que salió de la terminal rosarina y fue secuestrado en los puertos de Santos y Rotterdam (Países Bajos) tenía el mismo destino y pertenecía a la misma organización internacional.
Entre el 21 de junio y el 31 de agosto, hubo en Rosario 3092 kilos de cocaína, un cargamento que cambiaba su lugar de escondite, a la espera de una salida a Europa desde el puerto fluvial. Ese cargamento fantasma, que muy pocos sabían que se embarcaría por la Terminal Puerto Rosario (TPR) tenía dueño: los colombianos Londoño Rojas y Ramírez Duque, quienes están sospechados de ser engranajes claves de un cartel transnacional que había puesto el ojo en este punto de la Hidrovía para sacar la droga hacia el viejo continente. Su socio en este plan, Newson Cheung Sabogal, sigue prófugo.
Fuente: lanacion.com.ar