El Ingeniero Juan Borus, Subgerente del Sistema de Información y Alerta Hidrológica del INA, dialogó con Paraguay Fluvial y Logística haciendo un análisis sobre los fenómenos que se van presentando a nivel regional y como esto afecta a la altura de los ríos.
El niño es un evento que se caracteriza de una anomalía térmica positiva, un calentamiento de las aguas superficiales del Pacífico en la banda ecuatorial y eso tiene una repercusión en muchos lugares del mundo. Borus, mencionó que por el cambio climático en nuestra región ese evento va perdiendo significación. “Si este niño que empezó a manifestarse en abril del año pasado, terminó alcanzando una fuerte magnitud en enero y ahora ya esta llegando a débil va a desaparecer, únicamente desde el Pacífico lo encuentra como típico. Sin embargo, desde el continente americano se va a encontrar con que de típico no tuvo nada,” añadió. Es decir, que los efectos de ese niño modifica lo que estadísticamente se espera.
En las reuniones de actualización de tendencias climáticas siempre se menciona el niño, allí se trata sobre lo que pasa en el Pacífico como un forzante más. Lo que el ingeniero explica es que hay una serie de forzantes climáticos que son globales y otros que son regionales y en los últimos tiempos ha predominado el efecto de los regionales. “En un año podemos llegar a tener una crecida muy significativa y pocos meses después una bajante super significativa, casi histórica”.
El análisis de Borus sobre la prognosis a largo plazo, se convierte en una incógnita debido a las limitaciones por las consecuencias de estos cambios significativos. “Estas lluvias muy beneficiosas que tuvimos vienen muy bien, tanto en el área próxima al norte de Asunción como el este de Formosa y de Chaco, en el río Tebicuary las lluvias dieron una crecida realmente importante que culminó la semana pasada.
Estas cosas pueden ocurrir, da la impresión como que el río Paraguay está empezando a querer revivir. Pero no nos podemos dejar llevar por un evento, o por una serie de eventos porque ya se han dispersado las lluvias.”
El ingeniero detalló que las lluvias llegarían nuevamente en varias semanas sobre la Cuenca extrema baja del rio Paraguay, la provincia de Misiones Argentina, el noreste Argentino, quizás algo sobre la Cuenca del Iguazú y sobre toda la Cuenca del Uruguay que está muy activa actualmente. Sin embrago la preocupación es lo que pueda suceder la Cuenca media y baja del Paraguay. “Yo pongo mucha atención en lo que pueda pasar sobre la región nororiental del Paraguay donde están los ríos de respuesta más rápida. Es ahí donde estoy esperando que vuelvan a darse eventos. Todo hace pensar que en lo que falta del otoño y el comienzo del invierno por lo menos vamos a continuar estando en todos los niveles desde Cáceres hasta Asunción por debajo de los promedios históricos y en muchos casos en aguas bajas”.
Sobre el repunte del río Paraguay en el Puerto Cáceres que sigue en tendencia ascendente, el ingeniero expresó que esa agua va a bajar gradualmente lo que permitirá el aumento paulatino de los niveles del río en toda la cuenca del Paraguay.
“La creciente es totalmente ocasional, Cáceres tuvo un pico, una lluvia muy fuerte que se dio sobre las nacientes del Paraguay. Pero ese volumen excedente de precipitaciones en el pantanal, que todavía está lejos de una condición que pueda asegurar en el futuro el comienzo de una onda de crecida normal. Por ahora, va a continuar asi como está. Al observar las escalas de control no salimos de los niveles muy por debajo de lo normal. Va a ser difícil que con un par de eventos se pueda lograr, tiene que haber un cambio de tendencia climática de la Cuenca alta y media, que por ahora no tiene avisos de aparecer.”
Ante este escenario climático y dudas surge la incógnita de la llegada de la niña, el Subgerente del Sistema de Información y Alerta Hidrológica del INA comparó que ya no tienen claridad ante la respuesta, explicando que hace 20 años tardaba entre un mes y medio o menos.
Actualmente hay que tener una precaución y cuidado a la hora de sacar demasiadas conclusiones, porque lo que va a venir no es exactamente lo que uno podría esperar de una niña “Creo que esa declaración de la niña se daría recién en julio. Por lo tanto, teniendo en cuenta la señal, no sabemos cuándo se va a definir sobre nuestra región. Teniendo en cuenta como se dan los forzantes regionales del clima presto atención a como llega a definirse esa señal de cambio. Hoy, a los navegantes fluviales del rio Paraná les estoy mandando informes de pronóstico que son prácticamente planos, chatos. No espero grandes cambios por lo tanto el aporte del Paraguay, del alto Paraná, agua abajo, yacyretá continuarían en un rango de oscilación estrecho. Siempre con mucho cuidado porque la variedad climática es tan desafiante”.
Con respecto a la situación preocupante de la bajante del rio el ingeniero expresó que nos esperan meses preocupantes con el fenómeno del niño.
“La navegación fluvial requiere de una planificación, de una logística bastante afirmada que requiere de un pronóstico largo o escenarios creíbles aun en esta incertidumbre que tenemos. No hay muchos motivos para ser optimistas,” concluyó.