Por Paraguay Fluvial y Logística | Fuente: www.hibridosyelectricos.com

En tiempos donde la industria naviera se ve desafiada a reducir su impacto ambiental, el avance de los buques eléctricos se posiciona como una respuesta revolucionaria. Si bien el transporte marítimo ha sido históricamente uno de los mayores emisores de gases contaminantes, hoy algunas startups están liderando el camino hacia la descarbonización total del sector, con tecnologías que recuerdan al impacto disruptivo de Tesla en la industria automotriz.
Una de las propuestas más innovadoras es la de Windship Technology, una empresa británica que plantea una transformación integral del diseño de los buques mercantes. Su visión va más allá de adaptaciones superficiales: busca reinventar el concepto mismo de la embarcación, integrando desde el inicio un sistema híbrido de propulsión eléctrica, con apoyo diésel y captura de carbono, todo controlado por un software de navegación inteligente que optimiza rutas según las condiciones del mar.
Uno de los aspectos más llamativos del proyecto es el regreso —con alta tecnología— al aprovechamiento del viento. Windship propone la instalación de mástiles de hasta 48 metros de altura con alas móviles que se ajustan automáticamente para maximizar la captación de energía eólica. Esta solución reduce considerablemente la necesidad del uso de motores y, por ende, las emisiones contaminantes.
Sin embargo, esta alternativa enfrenta desafíos prácticos. La instalación de estas estructuras podría ser inviable en buques portacontenedores debido a las limitaciones de espacio en cubierta. Por esa razón, el sistema de Windship Technology apunta a embarcaciones tipo RORO, destinadas al transporte de vehículos, con cubiertas cerradas y más versátiles para este tipo de innovación.
Por otro lado, otra empresa emergente, Arc Boats, también está desarrollando soluciones eléctricas para embarcaciones recreativas y de transporte ligero, consolidando una tendencia que va ganando espacio tanto en mercados desarrollados como en regiones que comienzan a repensar su logística con criterios de sustentabilidad.
Esta transición energética en la navegación representa una verdadera oportunidad para regiones fluviales como la nuestra. Si bien aún falta camino por recorrer en términos de infraestructura e inversión, la electrificación de los buques mercantes ya dejó de ser una utopía para convertirse en una carrera tecnológica clave para el futuro del transporte global.
El camino hacia una navegación más limpia está en marcha. Y aunque Elon Musk no haya puesto aún su mirada en los mares, empresas como Windship y Arc Boats parecen decididas a ocupar ese lugar, demostrando que el futuro de los buques mercantes puede ser tan eléctrico como eficiente.