Tras la reunión mantenida entre los integrantes del Consejo Económico y Social de la Industria Naval con el secretario de Industria de la Nación, José Ignacio de Mendiguren, Ser Industria Radio entrevistó a Sandra Cipolla, presidenta de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN).
Cipolla, quien también se desempeña como presidenta de SPI Astilleros, señaló que durante el encuentro pudieron formular los ejes de trabajo del sector “lo que puede llegar a ser un plan estratégico para el desarrollo en la industria naval nacional”.
Sostuvo además que “fue un diálogo abierto” donde la industria naval “pudo plantear los temas de coyuntura, con una visión de mayor plazo, que es lo que necesitamos para salir adelante”.
Asimismo, en Ser Industria Radio destacó que “la industria naval integra un entramado logístico junto con los puertos, las vías navegables y la marina mercante”, concepto que se ha consolidado en los últimos años.
¿Cuál es tu evaluación de la reunión?
Las primeras impresiones fueron buenas. Venimos trabajando a lo largo de años con el ministerio de Producción para el posicionamiento de la industria naval y el resultado fue muy bueno. El sector fue denominado estratégico y luego, por los avatares de la política y la macroeconomía, el ministerio fue cambiando, mutando y hubo un paréntesis donde, obviamente, la industria naval tuvo que replantearse y esperar el momento adecuado para hacer esta presentación. Hay dos motivos que destacar. Uno, el trabajo previo que se realizó con todo el arco naval, donde pudimos sentarnos, dialogar y formular los ejes de trabajo, lo que puede llegar a ser un plan estratégico para el desarrollo en la industria naval nacional. Eso ya revestía para nosotros un carácter superlativo, valioso. En momentos de crisis, tener esta capacidad de atender la coyuntura, pero ponerse sobre ella para armar un plan estratégico de largo plazo, creo que tiene un valor significativo. El segundo punto, es que nos atienda el secretario de Industria, quien nos manifestó que estuvo muy bueno que pudiéramos presentar un documento, porque entonces ya tienen por donde seguir trabajando lo que veníamos haciendo a lo largo de los años. El secretario es una persona que tiene innata, marcada a fuego a la industria. Fue un diálogo abierto, con toda la problemática actual, eso es inevitable, no es algo que podamos solucionar. Pero la industria naval pudo posicionarse, plantear los temas de coyuntura, con una visión de mayor plazo, que es lo que necesitamos para salir adelante.
Se observa un sólido consenso, con los astilleros públicos, privados, asociaciones profesionales, sindicatos, detrás de los mismos objetivos…
Sí, el documento que hemos abordado tiene aristas que reúnen grados de complejidad en el tratamiento y estuvimos todos de acuerdo. La articulación entre los astilleros públicos y privados era una asignatura pendiente que siempre costaba abordar. Creo que la Mesa logró la madurez suficiente para tratarla y lograr la sinergia que, venimos sosteniendo, tiene que haber entre ambos sectores, es un buen punto de partida. Esto estuvo acompañado por los niveles académicos, como el Consejo Profesional de Ingeniería Naval, la Asociación Argentina de Ingenieros Navales. Pero, sobre todo, capital y trabajo juntos para pensar y diseñar un programa de acción, por dónde nosotros creemos que pasa el desarrollo en esta industria, más allá de la bonanza o relacionado a la pesca. Tenemos que pensar más allá, nos hicimos responsables para ver cuál es nuestro futuro. Por eso estamos hablando del sistema troncal de navegación, del Canal Magdalena, de la marina mercante. Entendemos, como lo hemos dicho siempre, que la industria naval integra un entramado logístico junto con los puertos, las vías navegables y la marina mercante. Si no trabajamos con esos ejes, difícilmente podamos seguir imaginándonos cómo crecer construyendo y reparando barcos.
Esta visión que vienen llevando desde hace tiempo la ABIN y el ingeniero Horacio Tettamanti, ¿se ha consolidado en todo el sector?
Creo que se ha consolidado ese nodo sistémico que nosotros mencionamos históricamente. Semanas atrás estuve en Buenos Aires y escuchar a José Lojo hablar del Canal Magdalena y a Hernán Orduna, hace pensar que valió el esfuerzo hablar de industria naval en términos de lo que significa instalar el Canal Magdalena o el sistema troncal de navegación porque por ahí pasan los barcos, artefactos navales. Nosotros vamos a pedir que tengan bandera argentina y sean construidos en nuestro país. Aquello que veníamos explicando, se ha consolidado en el común denominador de quienes vemos el litoral fluvial y marítimo como la salida al mundo de nuestro país y nuestros productos.
También se ha unificado la posición respecto la exploración y explotación offshore. ¿Con qué expectativas está Mar del Plata?
Recordemos que, en principio, tuvimos una impronta negativa. Esto fue comunicado en pleno inicio de temporada, donde se malinterpretó y se hizo publicidad negativa en términos de lo que significa para Mar del Plata, para la provincia de Buenos Aires y el país, el desarrollo offshore que está a 300 kilómetros de la costa. Defiendo el offshore porque va a hacerse con responsabilidad, con sustentabilidad y sostenida en el tiempo. Si es posible en el mundo, ¿por qué no va a serlo en Mar del Plata? Tenemos que confiar en nosotros, en nuestros profesionales. Hay un trabajo realizado sobre el impacto ambiental, con un equipo integrado por ingenieros argentinos, salidos de nuestras universidades. Tuve la oportunidad, la semana pasada de compartir un panel con la presidenta en Argentina de Equinor y la directora Ejecutiva de offshore de YPF. La verdad es que, cuando bajan a un lenguaje simple, llano, el potencial de crecimiento que tiene para Mar del Plata el offshore, merece que estemos atentos, que por lo menos abramos nuestra mente para comprender, acompañar un proceso que va a poner en otra escala a la ciudad. Y eso no es excluyente del turismo ni del resto de las capacidades que tiene la ciudad.
Un punto del documento es la integración regional e inserción internacional. ¿Cómo se trabaja este tema?
Respecto a lo regional, el 80% de la industria naval está en la provincia de Buenos Aires, pero debemos integrar todo el litoral fluvial y el litoral atlántico. Pensar conexiones entre áreas fluviales o marítimas. Por ejemplo, Ushuaia y Buenos Aires… Ahora se está hablando del Paraná Guazú, cómo incorporarlo a este sistema troncal de navegación. Eso va a hacer a la integración regional que estamos hablando, en el orden nacional. A nivel internacional, vamos a trabajar y velar por la sustitución de importaciones. Así como no queremos que ingresen buques extranjeros usados, porque preferimos construir nuevos en nuestro país, vamos a pretender que con las piezas suceda lo mismo. Pero hay partes que, ante un mundo globalizado, ya no tiene mucho sentido desarrollarlas en el país. Otro de los aspectos se relaciona a que este año hemos participado en Ferias Internacionales. Argentina había dejado prácticamente de hacerlo. Se participó en la de NAVALIA, se va a participar en la de Hamburgo, ABIN va a hacer EINAVAL nuevamente en noviembre. Entendemos que vamos a tener mayor participación internacional. Eso habla de integración, también de mirar qué hace el mundo en Industria 4.0, por ejemplo. Cuando hablamos de integración regional e internacional nos referimos a estos temas y otros que hay que ir trabajando los que son complejos. Tienen que ver con la agenda 2030, 2050. Lo que queríamos mencionar en el documento es un lineamiento a profundizar junto al Estado para encontrar los ejes del desarrollo productivo y la generación de empleo.
Respecto a la capacitación en oficios. ¿Hay un déficit de recursos humanos?
Diría que hoy no. Pero la realidad es que nuestro personal se tiene que profesionalizar. Los cursos de capacitación tienen distintas etapas. Primero cubren la etapa de la necesidad, pero luego hay que cubrir la del desarrollo, de cómo volver a capacitar a esa persona, categorizarla y especializarla. Hoy estamos hablando de industria 4.0, tenemos que tratar de que un soldador pueda manejar soldadura virtual, prepararlo para trabajar con la robótica… A principio de año hicimos todo el desarrollo de los soldadores. Salió excelente, en breve se va a anunciar la cantidad de egresados. La realidad es que va a empezar una segunda etapa. Cuando hablamos de capacitación estamos queriendo agregar un proceso más. Debemos cubrir lo básico y luego ir buscando la excelencia de nuestros colaboradores y colaboradoras. Es el desafío que planteamos en términos de capacitación en el documento.
Entiendo que esta reunión dio continuidad a las mantenidas con el ex secretario Ariel Schale. ¿Son productivas, van avanzando?
La realidad es que sí. A veces nos preguntan si “otra vez” tenemos que volver a empezar. Respondo que, gracias a Dios, siempre estamos un escalón más arriba y además que es parte de nuestra responsabilidad como dirigencia gremial empresaria, empezar cuantas veces sean necesarias y trabajar para que las políticas públicas vayan en sintonía con el desarrollo. A lo largo de este gobierno encontramos interlocutores válidos. Con el ex secretario Schale fue impecable. como también lo fue la reunión con José Ignacio De Mendiguren. Tenemos para seguir creciendo, no estamos donde partimos, sino varios escalones arriba y eso nos permite, en un momento difícil, un contexto internacional adverso y una macroeconomía en el país compleja, dejar un escenario para los jóvenes, para quienes nos sigan. Y especialmente, dar el ejemplo de que no hay que claudicar, hay que seguir, porque en Argentina podemos desarrollar cosas maravillosas como la industria naval.