La crítica situación provocada por la pandemia del Covid-19 y los efectos catastróficos de las últimas tormentas, al igual que un reciente accidente aéreo, han vuelto a poner en foco la antigua situación de aislamiento en que se debaten los pobladores del Alto Paraguay. Aunque ahora han empezado a construirse obras que envuelven a un futuro puente con el Brasil y el primer trazado de una ruta asfaltada en toda la región, los pobladores siguen viviendo una verdadera odisea para salir hasta lugares en donde pueden recibir una mejor atención de salud, como de tener oportunidades de mejor educación y en muchos casos simplemente para abastecerse de víveres y elementos básicos para la subsistencia. Urge extremar acciones para que este bello rincón del Paraguay se incorpore activamente al resto de la vida nacional.
Tres historias conmovedoras, ocurridas en muy poco tiempo, nos han vuelto a demostrar la situación de aislamiento que sufre la vasta región chaqueña del Alto Paraguay, puerta de entrada al Pantanal paraguayo, uno de los espacios con más alto potencial de turismo y productividad.
El pasado viernes 8 de enero, la enfermera Nimia Ramírez Aquino, de 45 años, perdió la vida a causa del Covid-19. Ella era una de las heroicas trabajadoras de salud en el Hospital Regional de Fuerte Olimpo, en donde se contagió y enfermó gravemente y tuvo que sufrir una penosa odisea de más de 20 horas y cientos de kilómetros, ser trasladada en un bote por el río Paraguay durante unos 70 kilómetros hasta Carmelo Peralta, de allí ser alzada en una ambulancia y trasladada en parte por territorio brasileño y luego por territorio paraguayo, rumbo a Asunción, pero por su grave estado debió ser ingresada en el camino, en el Hospital de Santa Rosa del Aguaray, donde lograron reanimarla. En ese tiempo, la cama de terapia intensiva que la aguardaba en el Ineram (Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente) ya fue ocupada y ella fue trasladada finalmente hasta el Hospital Nacional de Itauguá, donde murió a poco de llegar.
El 9 de febrero, un avión militar que regresaba de Fuerte Olimpo cayó a tierra en Ñu Guasu, causando el fallecimiento de siete oficiales de la Fuerza Aérea. El único sobreviviente fue un joven lugareño de la capital del Alto Paraguay, José Daniel Zaván, de 19 años, quien había pedido que lo trajeran porque no tenía otra manera de venir a Asunción para cumplir un examen en sus estudios universitarios. El mismo sigue en estado grave. Tanto su odisea como la de su madre, Blanca Vaccari, quien tuvo que viajar por tierra 14 horas para llegar a ver a su hijo, plantearon el distanciamiento y la falta de vías de comunicación que padecen los chaqueños.
El pasado 11 de febrero, un despacho del periodista Alcides Manena, corresponsal de este diario en la región, contaba las vicisitudes de Águeda Quintana, de 32 años, pobladora de San Carlos, quien tras una descompensación tuvo que ser trasladada hasta el Hospital de Fuerte Olimpo, debido al desabastecimiento casi total del puesto de salud. La mujer fue atendida y luego enviada de vuelta a su casa, pero a los cuatro días tuvo que ser traída de vuelta por un cuadro de preinfarto. El traslado significó otro viacrucis por el pésimo estado de los caminos, tras las fuertes lluvias.
“En el puesto de Salud de San Carlos solo hay un enfermero, quien no dispone siquiera de respirador manual para primeros auxilios. Tampoco hay ambulancia, por lo que se tuvo que recurrir a vehículos de los vecinos para llevarla a Fuerte Olimpo, a más de 100 kilómetros”, reportó Manena.
En esta época en que se reconoce que la conectividad es fundamental para el desarrollo, cuesta entender que un importante sector del país aún se encuentre tan aislado, como si nada hubiera cambiado desde la época de los enclaves tanineros del siglo 19 y la primera mitad del siglo 20. Es imperioso dar prioridad a la construcción de rutas de todo tiempo, como a la implementación de servicios de mejores servicios de transportes alternativos por agua y por aire. De lo contrario, una de las principales atracciones turísticas, el mágico Pantanal paraguayo, continuará inaccesible.
Fuente: ultimahora.com