La tarde del domingo 8 de diciembre, un tren de la estatal Ferrominera Orinoco sufrió un descarrilamiento en las cercanías de Ciudad Piar, municipio Angostura, estado Bolívar, al sur de Venezuela. El incidente, que ocurrió en una de las dos vías de escape del sistema ferroviario de la región, ha puesto de manifiesto las carencias de mantenimiento y la falta de seguridad operativa en una de las principales empresas mineras del país.
El contexto del accidente
Ferrominera Orinoco, una de las filiales de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), es la encargada de la extracción y transporte de mineral de hierro desde las minas de Ciudad Piar hasta las plantas procesadoras y los puertos de exportación en Puerto Ordaz. La región de Bolívar, conocida por su riqueza mineral, depende en gran medida de esta empresa para dinamizar su economía.
El descarrilamiento ocurrió mientras el tren transportaba una carga considerable de vagones tolva y góndola, diseñados para movilizar minerales a granel. Según fuentes no oficiales dentro de la compañía, el incidente pudo haberse evitado si los trenes y vagones recibieran el mantenimiento adecuado.
Testimonios desde la operación ferroviaria
Un trabajador de Ferrominera, que prefirió mantenerse en el anonimato por razones de seguridad, explicó que el tren estaba operando con solo dos locomotoras para movilizar un gran número de vagones, una práctica que calificó como riesgosa. “Estamos bajando muchos vagones con solamente dos máquinas. Eso no da seguridad, especialmente porque muchas zapatas de freno están cristalizadas y no se les realiza el mantenimiento correctivo”, señaló.
Las zapatas de freno, esenciales para garantizar el frenado seguro de los trenes, pierden efectividad cuando están cristalizadas, lo que aumenta el riesgo de accidentes. El trabajador añadió que algunas de las locomotoras están envejecidas y necesitan ser reemplazadas. «Con 115-120 vagones deberíamos operar con al menos tres o cuatro máquinas. Este tren era relativamente corto, pero las condiciones siguen siendo peligrosas», agregó.
Una región minera en riesgo
El estado Bolívar, con su inmenso potencial minero, depende de un sistema ferroviario seguro y eficiente para sostener sus operaciones. Ciudad Piar, donde ocurrió el accidente, es un punto estratégico para la extracción y transporte de mineral de hierro. Sin embargo, incidentes como este reflejan el deterioro de la infraestructura y las dificultades operativas de una empresa estatal que ha sido fundamental para el desarrollo de la región y el país.
Las consecuencias del descuido
Este descarrilamiento no solo pone en peligro la integridad física de los trabajadores y el material rodante, sino que también afecta la eficiencia y rentabilidad de la empresa. Las cargas no llegan a tiempo a los destinos programados, lo que genera retrasos en la cadena de suministro y posibles pérdidas económicas. Además, plantea interrogantes sobre la seguridad de los operarios y el cumplimiento de estándares básicos en el mantenimiento de las unidades.
Un llamado urgente a la acción
La estatal Ferrominera Orinoco enfrenta el desafío de priorizar el mantenimiento de sus equipos y mejorar las condiciones laborales de sus empleados. La falta de inversión en infraestructura y la sobrecarga de trabajo para locomotoras envejecidas son factores que elevan el riesgo de nuevos incidentes.
Este suceso en Ciudad Piar es un recordatorio de la importancia de mantener en óptimas condiciones los sistemas logísticos y de transporte en una región que tiene un papel crucial en la economía nacional. La pregunta ahora es si se tomarán las medidas necesarias para evitar que se repita una tragedia anunciada.