La propuesta del gobierno de Javier Milei para la concesión de la Vía Navegable Troncal sigue generando críticas entre los principales actores del sector. Aunque públicamente se mantiene el silencio, en privado aumentan las objeciones a las condiciones estipuladas en los pliegos. Según Ser Industria, representantes de entidades clave como la Bolsa de Comercio de Rosario, CIARA, CEC, la Cámara de Puertos Privados y la Unión Industrial Argentina han manifestado su descontento tras reuniones con el subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, Iñaki Miguel Arreseygor.
Durante un encuentro reciente, estas cámaras presentaron 16 observaciones al pliego, destacando la necesidad de dividir la licitación en dos tramos y reducir la duración del contrato de 30 a 15 años. Sin embargo, estas propuestas fueron rechazadas. Además, se insiste en que el concesionario asuma responsabilidades por contaminación, un punto que preocupa a los empresarios, dado que los barcos ya cuentan con seguros específicos para estos casos.
Un especialista en logística cuestionó la idoneidad del pliego, calificándolo de deficiente y sugiriendo que podría estar diseñado para favorecer a una empresa en particular. También subrayó que las obras de profundización dependen de estudios ambientales pendientes y que solo se requieren trabajos de mantenimiento para optimizar la hidrovía.
El malestar incluye también críticas al reciente aumento de más del 40% en dólares del peaje para los buques, utilizado para saldar deudas de la Administración General de Puertos. Este incremento, junto con alzas en las tasas portuarias y de terminales, está afectando la competitividad del comercio exterior argentino.
El debate ha logrado algo poco común: unir a exsubsecretarios de diferentes corrientes políticas en la crítica a los pliegos. Tanto Horacio Tettamanti, del kirchnerismo, como Jorge Metz, del macrismo, han señalado problemas estructurales en el enfoque del gobierno actual para la hidrovía.
Las decisiones que se tomen sobre la Hidrovía Paraguay-Paraná tendrán un impacto crucial en la economía regional y en la competitividad de las exportaciones. La preocupación por el futuro de esta estratégica vía de navegación sigue creciendo, mientras el sector espera respuestas concretas.
Fuente: Ser Industria.