«Los cambios son impresionantes, existen sectores donde ya no se aprecia vegetación acuática ni palustre. No hay bañados, lagunas ni camalotes, el humedal se parece más a un campo seco», añadió.
Cantador agregó que hay lugares del río que hoy se pueden recorrer a pie «cuando antes eran sitios navegables con una profundidad de más de 2 metros. El riacho Paranacito, que va a la reserva del Legado Deliot, está seco y por ahí, antes de la bajante pasaban barcazas con ganado».
«El invierno ha secado mucho la vegetación y todo eso hace que las condiciones estén dadas para que haya grandes incendios otra vez. De hecho, hoy hay quemas a la altura de la localidad de Gobernador Gálvez», reveló.
Otro problema que trajo aparejada la bajante «es la gran depredación ictícola, con redes de arrastre y hasta en el canal de navegación del río. Es impresionante ver cómo se pesca, no se respeta la veda ni se controla», afirmó el ambientalista.
«No hay una pesca selectiva, con las redes de arrastre se pesca todo, y luego los peces que son descartados, que no sirven para la comercialización se arrojan en la orilla del río», detalló Cantador.
Una de las probables causas de la bajante del río Paraná «dicen que se debe al cambio del ciclo de lluvias en Brasil, y si esto es así, es más que preocupante, por lo que aguas abajo también todo cambiará», expresó.
Y para graficar la grave situación, Cantador precisó que el domingo último «el Paraná registró -0,17 metros, mientras que ayer y hoy, se encuentra en 0,02 metros».
En el año 1944, cuando se registró la marca histórica de -1,39 metros «un metro cuarenta por debajo del cero, esa bajante estuvo muy focalizada. Ahora venimos con bajante desde finales del 2019, y si esto continúa, podría superarse ese registro», concluyó.
Fuente: www.ambito.com