A solo 17 kilómetros del centro de Asunción, en el corazón del barrio San Rafael, riacho San Francisco de Mariano Roque Alonso, florece una tradición que va mucho más allá de una simple actividad económica: es un estilo de vida, una identidad que se transmite de generación en generación. En plena Semana Santa, las comerciantes del lugar —en su mayoría mujeres— despliegan su labor con orgullo y pasión.

Desde el lunes santo, cocineras, amas de casa, pescadoras y vendedoras ofrecen una amplia variedad de productos frescos a precios accesibles. Entre ellas se destaca la señora Perla Oviedo, integrante de la Asociación de Pescadoras y Vendedoras del Remanso, quien lleva más de 35 años dedicada al rubro.
“La venta de pescado es mi medio de vida y el sustento de mi familia”, afirma doña Perla. Gracias a su esfuerzo, pudo apoyar a sus dos hijas hasta convertirlas en profesionales.
Actualmente, la asociación reúne a 35 mujeres que operan en 17 locales comerciales. Los precios varían según la especie: el pacú, la boga y el «pico de pato» se ofrecen a un precio estándar de G. 40.000 por kilo, mientras que pescados más cotizados como el dorado y el surubí alcanzan los G. 70.000. Eso sí, entre sonrisas aclaran: «todo es negociable«.
Además de vender, muchas de ellas también son las encargadas de pescar. Salen al río al atardecer y regresan de madrugada, trayendo pescado fresco a la mesa, aunque advierten que la reciente crecida del río ha dificultado un poco la pesca.
El paseo por el Remanso no estaría completo sin degustar su exquisita gastronomía. Platos tradicionales, donde el pescado es el protagonista, abundan en cada esquina. Medio plato de surubí se consigue por G. 15.000; cazuelas y romanitas, a G. 40.000; milanesas desde G. 35.000 y el plato entero a G. 50.000. Pero la estrella indiscutible es el famoso «caldo 7 tiros«, servido desde G. 15.000.
Una visita al Remanso en esta Semana Santa no solo promete sabores auténticos y precios especiales, sino también la oportunidad de apoyar a una comunidad que ha hecho de su trabajo una forma de vida. Una experiencia imperdible para compartir en familia.