El mercado energético registra cambios a nivel mundial en medio de una crisis inédita que obliga a los países buscar nuevas fuentes para garantizar su suministro. En 2021, China se convirtió en el mayor importador mundial de gas natural licuado (GNL) por primera vez tras aumentar en un 17,8% interanual sus compras de ese material, según un informe de la consultora IHS Markit, que recoge Efe.
En total, China importó 81,4 millones de toneladas de GNL a lo largo del año pasado, mientras que Japón cayó por primera vez del primer puesto de la lista desde principios de los años 70 tras aumentar sus compras en un 0,2% hasta los 75 millones de toneladas.
El informe también apunta que Australia –país con el que China no mantiene buenas relaciones en los últimos tiempos– es el principal exportador mundial de GNL con 83 millones de toneladas en 2021, aunque los pronósticos de IHS Markit son que Estados Unidos supere a la nación insular y a Catar y reclame el trono a lo largo del año que acaba de comenzar.
El mercado mundial del gas natural licuado, fuente de energía considerada menos contaminante que otras de origen fósil como el petróleo o el carbón, experimentó en 2021 una gran expansión, explicó Michael Stoppard, experto de IHS Markit. De hecho, en Asia los precios de este material alcanzaron máximos históricos el año pasado al situarse en torno a los 40 dólares por cada millón de unidades térmicas británicas (mmbtu), medida que expresa la calidad de calentamiento de los diferentes tipos de combustible.
En concreto, China reforzó notablemente sus importaciones de gas natural como parte de las medidas para garantizar el suministro de energía de cara a la campaña invernal después de la crisis de disponibilidad de electricidad que azotó a diversas partes del país desde mediados de septiembre y que se tradujo en cortes de electricidad en zonas del noreste o políticas de racionamiento en importantes polos industriales.
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