El pasado 1 de septiembre de 2024 entró en vigor una nueva tarifa de peaje en la Hidrovía Paraguay-Paraná, una de las principales arterias de transporte fluvial en Sudamérica. Este cambio en las tarifas, que se extenderá hasta el 28 de febrero de 2025, establece un cobro de 1,20 dólares por tonelada de registro neto, tras la publicación oficial en el Boletín Oficial argentino. Además, la resolución incluye una tarifa bonificada de 80 centavos de dólar por tonelada para las barcazas que naveguen por el tramo comprendido entre el Puerto de Santa Fe y la Confluencia de la Hidrovía.
Este ajuste tarifario representa un paso importante hacia la resolución de un conflicto que había tensado las relaciones comerciales entre Paraguay y Argentina desde 2023, cuando el entonces ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, implementó de forma unilateral un peaje de 1,47 dólares por tonelada en el tramo superior de la Hidrovía del río Paraná. La medida fue ampliamente criticada por Paraguay y otros países usuarios de la vía fluvial, quienes argumentaban que el cobro excedía los costos de mantenimiento de la vía y no se justificaba por el nivel de servicios prestados.
La importancia estratégica de la Hidrovía
La Hidrovía Paraguay-Paraná es crucial para el comercio y transporte de mercancías entre Argentina, Paraguay, Bolivia, Uruguay y Brasil. Con un recorrido de más de 3.400 kilómetros, esta vía fluvial conecta puertos fluviales y marítimos en el Atlántico, permitiendo el transporte eficiente de productos agrícolas, minerales y otros bienes industriales. En particular, Paraguay, sin acceso directo al mar, depende enormemente de la Hidrovía para exportar productos como soja, carne y sus derivados y el abastecimiento del comercio en industrias a través de las importaciones por lo que cualquier alteración en los costos de tránsito puede tener un impacto significativo en su economía.
En este contexto, la decisión de Argentina de imponer un peaje unilateral en 2023 fue vista por Paraguay como una medida desproporcionada y perjudicial, lo que desató intensas negociaciones diplomáticas. Argentina defendía la necesidad de financiar los trabajos de dragado y mantenimiento en su tramo de la Hidrovía, argumentando que estos servicios beneficiaban a todos los países que la utilizan. Sin embargo, Paraguay y otros actores cuestionaron tanto la cuantía del peaje como la transparencia en la aplicación de los fondos recaudados.
Además de no haberse podido demostrar ningún trabajo cómo contraprestación de este impuesto.
El acuerdo alcanzado: Nueva tarifa y bonificación
Después de meses de negociaciones, el nuevo esquema tarifario de 1,20 dólares por tonelada supone un acercamiento entre ambas naciones. La reducción con respecto a la tarifa anterior de 1,47 dólares busca aliviar las tensiones y generar un equilibrio entre los intereses de Argentina en el mantenimiento de la infraestructura y las preocupaciones económicas de Paraguay y otros usuarios de la Hidrovía.
La tarifa bonificada de 80 centavos de dólar aplicable al tramo entre el Puerto de Santa Fe y la Confluencia de la Hidrovía ofrece una solución intermedia, que fomenta el pago temprano dentro de los 45 días posteriores a la emisión de la factura. Esto, en teoría, promoverá el cumplimiento más eficiente por parte de las embarcaciones que transiten por este tramo clave de la Hidrovía.
Compensaciones y créditos a favor
Otra de las disposiciones clave de la resolución es la compensación para aquellos que pagaron el peaje anterior de 1,47 dólares. Según el nuevo esquema, se otorgará un crédito a favor de los usuarios por la diferencia entre el peaje antiguo y el nuevo valor de 1,20 dólares. Este ajuste retroactivo permite que las empresas afectadas no sufran una carga financiera excesiva, y puede contribuir a restablecer la confianza de los usuarios de la Hidrovía en el sistema de cobro.
Impacto regional
El acuerdo tiene un impacto directo en el comercio fluvial y en la competitividad de los productos exportados desde Paraguay y otros países de la región. Para Paraguay, en particular, que depende del acceso a los puertos argentinos para enviar sus productos al mercado internacional, una tarifa de peaje más baja significa costos operativos menores y, en consecuencia, una mayor competitividad de sus exportaciones.
Por otro lado, para Argentina, el cobro de un peaje más razonable le permite financiar los trabajos de mantenimiento necesarios para mantener la navegabilidad de su tramo de la Hidrovía sin recurrir a medidas que puedan alienar a sus socios comerciales.
Perspectivas futuras
El acuerdo alcanzado es un paso en la dirección correcta, pero no necesariamente el final de las discusiones sobre la Hidrovía Paraguay-Paraná. Queda por ver si el nuevo esquema tarifario será suficiente para garantizar el mantenimiento adecuado de la vía fluvial a largo plazo, y si el diálogo entre Argentina y los demás países usuarios continuará siendo fluido.
Además, la Hidrovía está sujeta a otras dinámicas, como el impacto del cambio climático en los niveles de agua, el aumento del tráfico comercial, y las inversiones en infraestructura necesarias para mantenerla competitiva a nivel global. Por lo tanto, es probable que las tarifas y políticas de peaje sigan siendo un tema de debate en los próximos años.
En definitiva, el acuerdo representa un alivio temporal y una solución pragmática a un conflicto comercial que amenazaba con escalar, pero las partes involucradas deberán continuar trabajando en una gestión sostenible y justa de esta vital vía de comunicación.
