En la misma década de 1960 en la que Internet daba sus primeros pasos, también aparecía en escena una caja de metal que poco tenía de digital, pero sin la cual difícilmente la globalización y el e-commerce hubieran alcanzado el nivel que ostentan en la actualidad.
El contenedor no sólo facilitó como internet el crecimiento exponencial del comercio internacional, sino que también contribuyó a reducir los siniestros por roturas en el transporte internacional a su mínima expresión señalan desde Assistcargo. Si bien la frecuencia siniestral disminuyó dramáticamente no lo hizo así la intensidad, producto del mayor valor transportado dentro del contenedor y la enorme acumulación en lo buques cuya capacidad para transportarlos no deja de aumentar.
Las grandes pérdidas económicas de carga en contenedores provienen mayormente de los riegos emergentes de la aventura marítima en si, como hundimiento o caídas al mar por mal tiempo. Fuera de estos estos siniestros “catastróficos”, hay dos modalidades delictivas que afectan con cierta frecuencia a la mercancía en contendores: el robo y/o sustitución de mercancía.
Veamos estas modalidades más en detalle. Los casos de ROBO se pueden producir tanto en instalaciones portuarias como durante el transporte terrestre previo o posterior a la travesía marítima. No hay antecedentes de robo a bordo, salvo en casos muy excepcionales, afirman desde Assistcargo expertos en el gerenciamiento del riesgo.
Usualmente se trata de cargamentos de alto valor comercial, sobre los cuales los delincuentes han hecho inteligencia previa y conocen con precisión de que mercancía se trata.
En este articulo nos vamos a ocupar de la otra modalidad que afecta a la carga en contendores, no referimos las SUSTITUCIONES. Las sustituciones de mercancías por otras de menor valor se utilizan para disimular la sustracción de la carga original o para defraudar al seguro reclamando perdidas de carga de mayor valor.
Aunque la más preocupante en ciertos mercados es la introducción en cargamento legales mercadería de contrabando, estupefacientes u otras mercaderías ilegales. Lo complejo de esta última modalidad es que cualquier contenedor, independientemente del valor de la carga que transporte puede resultar atractivo para cometer este ilícito, agregan desde Assistcargo.
Para comprender adecuadamente como desalentar o prevenir este ilícito en específico, conviene primero conocer más en detalle los puntos débiles de los mecanismos de cierre y el de los precintos que se utilizan habitualmente para alertar sobre aperturas indebidas.
Sistema de cierre
Los sistemas de cierre del contendor fueron diseñados para garantizar la estanquidad de los mismo como así también para dificultar al máximo su apertura de manera indebida o ilícita.
Si bien a simple vista parece un sistema inexpugnable, lo cierto es que tiene formas de ser vulnerado, tanto de modo sofisticado con la que logran extraer las puertas sin violentar los precintos como así también de manera más intrusiva abriendo un hueco en un lateral o en el piso, luego disimulado, sobre todo en contenedores de cierta antigüedad.
Los precintos
Los precintos son numerados y pueden ser colocados tanto por el embarcador como por las autoridades aduaneras con el objetivo de dejar en evidencia una apertura indebida en caso de verse dañado o reemplazado por otro.
Su numeración se identifica en toda la documentación habitual del embarque tanto para fines de seguridad como fiscales por ser parte de los requerimientos aduaneros.
Ahora bien, en rigor de verdad, el precinto, aun el más sofisticado, nunca tuvo como finalidad evitar la apertura del contendor sino dejar huella de una apertura indebida que permitiera tomar los recaudos pertinentes frente a una posible sustracción y/o sustitución de la mercadería embarcada, apuntan desde Assistcargo.
Aun los modelos más robustos pueden ser manipulado con diversas técnicas sin dejar huella alguna, incluso se ha demostrado que es posible extraer las puertas del contenedor sin tocar el precinto. ¿Qué hacer para prevenir y detectar una apertura indebida?
Control de consolidado
Contar con un documento con imágenes que acrediten la cantidad y disposición de la mercancía embarcada es un elemento clave. Lo ideal es que esta certificación sea realizada por una empresa certificadora independiente, aunque también es aceptable que sea el mismo embarcador el que la realice, especialmente cuando este sea un operador reconocido.
Este certificado va a permitir detectar cualquier anomalía y en caso de detectare faltantes o daños facilitar la acción de recobro frente a los responsables.
Dispositvos