Entre enero y noviembre, 8,2 millones de barriles diarios de crudo atravesaron el Mar Rojo y 16,2 millones de toneladas métricas de GNL.
En medio de una escalada de tensiones en el Mar Rojo, desencadenada por ataques del grupo Houthi de Yemen contra buques comerciales, varias compañías navieras y buques de gas natural licuado (GNL) —también conocidos como metaneros— han optado por evitar la principal ruta comercial Este-Oeste del mundo.
El Canal de Suez juega un papel vital en el comercio internacional. Hacia el norte, dominan las importaciones europeas; hacia el sur, fluye el crudo desde Rusia hacia Asia, además de productos refinados como nafta y fuel-oil.
Cerca del 12% del tráfico marítimo mundial transita por este canal, y entre el 4% y el 8% de los cargamentos globales de GNL se espera que hayan pasado por él en 2023. Además, este año en especial el Canal de Suez ha sido testigo de un flujo significativo de GNL desde la cuenca atlántica hacia el este y desde la cuenca del Pacífico hacia el oeste.
Entre enero y noviembre, según datos de la consultora Vortexa, 8,2 millones de barriles diarios de crudo y productos petrolíferos atravesaron el Mar Rojo. En cuanto al GNL, este año se ha movido un total de 16,2 millones de toneladas métricas (MMt), representando el 51% del comercio global de GNL, fluyendo desde la cuenca atlántica hacia el este y viceversa, a través del Canal de Suez.
Principales afectados
Qatar, Estados Unidos y Rusia han sido identificados como los principales países exportadores afectados por este conflicto. En el caso de Qatar, líder en exportaciones de cargamentos de Oriente a Europa, los expertos no anticipan impactos significativos en el suministro, ya que aporta sólo alrededor del 5% de las importaciones netas de la Unión Europea y el Reino Unido.
Sin embargo, aunque algunos de los mayores actores del transporte marítimo, como MSC, Maersk, Hapag-Lloyd y CMA CGM, han optado por desviar algunos buques hacia el Cabo de Buena Esperanza, lo que podría generar retrasos en los tiempos de tránsito —de unos 22 días aproximadamente— y aumentar los costos, repercutiendo en los precios al consumo.
Los precios del GNL en Asia han mantenido cierta estabilidad alrededor de 12,3 dólares por millón de unidades térmicas británicas (mmBtu) desde el inicio de los ataques. Sin embargo, los elevados inventarios en Europa y el norte de Asia podrían limitar la demanda y frenar el crecimiento de los precios en la primera mitad de 2024.
Precios del petróleo
En contraste, los precios del petróleo han experimentado un repunte reciente —impulsado por la incertidumbre sobre la demanda y los signos de un inminente superávit de oferta—, situándose alrededor de los 79 dólares por barril. Sin embargo, a pesar de la subida, después de la suspensión de envíos por parte de BP y otras compañías, aún se sitúan por debajo de la media del cuarto trimestre.
Además, el bloqueo de la ruta también ha afectado los precios de los fletes, con un aumento del 25% en las tarifas de reserva de un Suezmax (término que se refiere a buques capaces de transitar por el canal de Suez) para transportar crudo de Oriente Medio a Europa en tan solo una semana. Y a esto se suma que las primas de los seguros de riesgo de guerra se han multiplicado de 2,000 a 10,000 dólares debido a la interrupción, según han informado medios internacionales a través de fuentes del sector marítimo.
Riesgos para el comercio
El Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ha anunciado una misión naval internacional para proteger la navegación comercial en el Mar Rojo, destacando la importancia crítica de esta vía fluvial para la economía global.
En definitiva, la actual crisis en el Mar Rojo presenta desafíos significativos para el comercio marítimo, los precios del petróleo y la estabilidad de las cadenas de suministro. El impacto a largo plazo dependerá de la duración de las interrupciones y de cómo se gestionen los riesgos emergentes en esta importante ruta comercial.
Fuente: elperiodicodelaenergia.com