“Estamos ahora en una situación totalmente neutral y vamos camino a la definición de una niña.” Explicó el Ingeniero Juan Borus, subgerente del sistema de información y alerta hidrológica del INAH, en diálogo con Paraguay Fluvial y Logística en la 650AM.
Según Borus “si uno mira lo que ha pasado en las últimas tres o cuatro semanas, la condición es muy similar, en lo que hace al río Paraguay por lo menos, muy similar a lo que pasó en 2020, es decir, en una situación complicada, con una persistencia de lluvias escasas, muy por debajo de lo que deberían ser, lugares en los cuales no llueve y la condición de los suelos está en declive, el déficit hídrico se va extendiendo, nosotros prestamos especialmente atención a lo que pasa con las lluvias en la región nororiental del Paraguay, son cuencas que reaccionan en forma en términos relativos rápidamente, si algún momento hay alguna lluvia ahí, si se reacciona algo, si aumenta su aporte del río Paraguay y eso no está ocurriendo de ninguna manera.”
En cuanto a las perspectivas para las próximas semanas reveló “las condiciones no indican un cambio, al contrario, indica que va a persistir esta situación de escasez, con lo cual el río Uruguay va a continuar muy por debajo de los niveles normales, por ahora, sin una tendencia muy definida hacia la baja, todas las nacientes, el Pantanal y el tramo, inclusive el tramo medio del río Paraguay, está por debajo de los valores normales, en muchos casos por debajo de la franja de aguas medias, o sea, decididamente en aguas bajas, y ahora, en este momento, la parte final, la mitad inferior del río Paraguay, también está entrando en la parte de aguas bajas, está en aguas bajas, con una tendencia todavía incierta, si bien domina el descenso, pero no estamos todavía con una perspectiva de situación crítica o tan grave como la que pasamos.”
Es decir que la previsión en términos de bajante, no será tan marcada, tan fuerte, y lo más importante, no será tan larga especificó el Ingeniero. “Me parece poco probable que tengamos una situación tan larga de sequía y bajante generalizada como la que hemos tenido en tres años. Soy un poco más optimista con respecto a la primavera y el comienzo del verano, deberíamos tener una mejora. Siempre estoy con mucha cautela porque la variabilidad climática regional está tan dinamizada, tan potenciada, que nos obliga a ser muy prudentes, nos obliga a tener un horizonte de previsión corto y ese horizonte de previsión termina el 31 de agosto.”
Por otra parte, habló sobre los informes oficiales que se manejan a nivel gobierno y que se dividen en lo fluvial, rural y urbano. “El objetivo es que uno sepa cómo ir previendo o manejándose en el transcurso de estos meses, que aparentemente serían bastante complejos para el tránsito en el río. Yo me concentro en lo fluvial, porque la navegación fluvial para Paraguay es sumamente importante. Tenemos que poder resolver desde el punto de vista de fluvial los problemas que se vayan presentando, no es lo mismo desde el punto de vista rural, lamentablemente esta escasez de lluvias tiene varias consecuencias, una de la producción agropecuaria, tanto agro como pecuaria, como de la hacienda, pero también es lo que hace a la disponibilidad de agua subterránea para las poblaciones rurales que están lejos de los grandes ríos y la otra cuestión que también hay que atender es la urbana, que si bien podemos tener un marco como el que estamos teniendo de escasez regional, pero la humedad atmosférica puede llegar a estar y puede desencadenar localmente como ocurrió en esos tres años.”
Borus afirma que con la llegada de la primavera la situación volvería a la normalidad. “No tengo elementos de juicio como para precisar una tendencia definitiva, pero me imagino que la situación da como para ser más optimista. Es una situación de aguas bajas en invierno, una situación más normal a fin de año. Esa es la composición del lugar que uno se ve obligado a ser permanentemente, aunque no tenga todos los elementos de juicio, pero imaginarse un escenario posible de más largo plazo es vital para responder a requerimientos que a veces se tienen de actividades económicas de la región que demandan un horizonte mucho más largo para la logística, para la prospección, para la preparación, para los manejos económicos en general.”
Por último, en relación a la situación del Río Paraná, el Ingeniero aclaró “La alta cuenca del Río Paraná, lo dividimos en dos partes en general. La parte de la mitad norte, que es la cuenca regulada, la que tiene la gran cantidad de embalses de regulación para fines hidroeléctricos. Esos embalses están empezando a tener una pérdida de nivel, de pérdida de reservas, están empezando a caer. Todo este tiempo estuvieron regulando fuertemente, pero ahora la regulación da lugar a un aporte de esa región menor. Se nota que está disminuyendo la capacidad de regulación, se nota que hay una tendencia general descendente. Por lo tanto, estamos con una situación de aguas bajas en toda esa región que, al pasar por la mitad sur de la alta cuenca del Paraná, que es la cuenca no regulada.”