La Prefectura General Naval de Paraguay, haciendo gala de sus costumbres, lejos de exigir en igualdad de condiciones a todas las empresas debidamente habilitadas para el trabajo de buceo en el país, otorgó permisos para el delicado y riesgoso trabajo de reflotamiento a buzos que carecen de los equipos mínimamente requeridos para tal tarea.
Según se pueden apreciar en las imágenes, dos hombres que aparentemente serían los buzos que fueran contratados por los propietarios de un buque arenero hundido en la ciudad de Encarnación, careces completamente de los equipos básicos que mínimamente se deben utilizar para este tipo de tareas.
La inyección de aire lo realizarían a través de un precario compresor, no poseen trajes de buceo y, a juzgar por la forma de operar, tampoco cuentan con la idoneidad para llevar a cabo tales tareas, ya que para el reflotamiento de un buque, completamente hundido, se requiere de una importante infraestructura y procedimientos técnicos, además del acompañamiento permanente de las autoridades.
La propia Prefectura General Naval ha emitido a través de resoluciónes, las exigencias para el desarrollo y explotación de la actividad de buceo, pero contradictoriamente, la misma institución otorga permisos leoninos a algunos y exige mucho a otros.