La barcaza Inmaculada estaría transfiriendo solo 10.000 barriles diarios de los 1,3 millones varados en el Golfo de Paria
Los 1,3 millones de barriles de crudo varados en aguas venezolanas comenzaron a ser transferidos usando una barcaza, un proceso que podría demorarse semanas y representar riesgos ambientales.
Los traslados se realizan desde la instalación flotante de almacenamiento y descarga (FSO, por su sigla en inglés) de Nabarima y se cargarán a la barcaza Inmaculada, ambas bajo el manejo de PDVSA, informó Reuters.
El portal ya había adelantado que la transferencia sería de 10.000 barriles de crudo por día, un procedimiento calificado como «tedioso» por el ministro de Energía de Trinidad y Tobago.
La situación de esta estación flotante ha alertado a los gobiernos de Brasil y de Trinidad y Tobago, además de expertos ambientales por las condiciones deplorables que ocasionaron que se inclinara.
Reconocer el desastre
A pesar que no han ofrecido declaraciones o comunicados oficiales, tal parece que las autoridades venezolanas reconocen el desastre ambiental que pudiera ocurrir en el Golfo de Paria, donde está ubicada la estación Nabarima.
Desde que se encendieron las alarmas, PDVSA planeó la descarga de parte del crudo al Ícaro, un petrolero programado para entregar unos 550.000 barriles de crudo Corocoro en el puerto de Amuay, en el oeste de Venezuela.
Datos de seguimiento de la plataforma Refinitiv Eikon reflejados por Reuters indican que el Ícaro navegó hacia Nabarima el martes por la mañana y ancló en el Golfo de Paria, cerca de la plataforma petrolera.
Sin embargo, la transferencia de crudo usando una barcaza representan un riesgo, de acuerdo a las advertencias hechas anteriormente por el ministro de Energía de Trinidad y Tobago, Franklyn Khan.
Khan estimaba que el «tedioso» proceso tardaría entre 30 y 35 días, lo cual planteaba «un mayor riesgo de un incidente ambiental”, dijo a CCN TV 6 de Trinidad.
Las evidencias sobre la mesa
El suceso con la embarcación de 264 metros de largo generó zozobra en distintos sectores, inclusive el Gobierno de Barbado afirmó que vigilaba la situación del tanquero desde septiembre.
Por su parte, un equipo de expertos de Trinidad y Tobago inspeccionó la instalación Nabarima. Si bien aseguraron que no había riesgo de hundimiento, la transferencia recién activada daría cuenta que los 1,3 millones de crudo no estarían totalmente a salvo.
Nabarima Sinking Confirmed! #ffos #nabarima #oilspillthreat #urgent https://t.co/b5FWVcJgJD pic.twitter.com/CZoih1WuVp
— ffostt (@ffostt1) October 16, 2020
El sindicalista petrolero Eudis Girot —recientemente encarcelado por el régimen chavista— comentó en octubre a AFP que los problemas de mantenimiento en el Nabarima empezaron en 2014, pero «fueron ignorados».
En agosto, un grupo de trabajadores denunció que el barco tenía una inclinación de 8 %, con su sala de máquinas inundada y sus bombas de achique quemadas.
Por supuesto que PDVSA negaba cualquier tipo de irregularidad, diciendo que el buque tenía «todas las condiciones operativas y de seguridad y no constituye en forma alguna amenaza al ecosistema», reseñó el portal DW.
El innegable abandono
La inacción de PDVSA respecto al Nabarima fue mencionada por Eudis Girot durante una entrevista antes de ser apresado. Allí rechazaba que la petrolera —dirigida por el chavismo— usara las sanciones de Estados Unidos como excusa para evitar descargar el crudo.
EEUU respondió a cualquier intento de culpabilidad e informó a la petrolera italiana ENI SpA, que los esfuerzos para evitar un derrame en la instalación flotante no entrarían en conflicto con las sanciones.
La estación Nabarima, es parte de la empresa conjunta Petrosucre, entre PDVSA y la italiana Eni SpA.
Un portavoz de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado dijo que la instancia “transmitió nuestro apoyo a las reparaciones de emergencia”.
Fuente: panampost.com