Los balnearios de Piura y Tumbes vivieron una jornada de devastación tras el impacto de intensos oleajes que golpearon la costa norte del Perú ayer, viernes 27 de diciembre. Las localidades de Máncora, Lobitos, Talara, Cabo Blanco, El Ñuro, La Caleta y Los Órganos fueron las más afectadas, registrando daños materiales significativos en viviendas, embarcaciones y muelles.
Escenas de destrucción y angustia
Imágenes compartidas en redes sociales reflejan la magnitud del fenómeno. En Piura, un emotivo video muestra a pescadores despidiéndose de los restos de sus embarcaciones destruidas. En Máncora, el oleaje arrasó con parte de la infraestructura del desembarcadero artesanal y obligó a los pescadores a interrumpir sus faenas. En Lobitos, olas de hasta 6 metros de altura inundaron el muelle, dejando bajo el agua gran parte de la estructura.
En Tumbes, los asentamientos humanos cercanos a la bahía también resultaron gravemente afectados. Videos capturan el avance del agua salada, inundando calles y poniendo en riesgo las viviendas. “¡Dios mío! Se nos salió el mar”, exclamó una residente mientras registraba el fenómeno.
Advertencias previas y medidas tomadas
La Marina de Guerra del Perú había emitido alertas sobre la posibilidad de oleajes anómalos desde el 25 de diciembre. En consecuencia, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) instó a la población a tomar medidas preventivas. Sin embargo, la magnitud del fenómeno superó las expectativas, dejando un rastro de destrucción en la región.
Pronósticos preocupantes
El especialista en recursos hídricos Abraham Levy advirtió que las condiciones de oleaje extremo podrían extenderse hacia las costas de Lima y Callao en las próximas horas. Según Levy, playas con orientación hacia el horizonte noroeste serían las más vulnerables. Esto podría coincidir con el incremento de visitantes a las playas de la capital por las festividades de Año Nuevo.
Impacto en la comunidad
El fenómeno ha dejado a pescadores artesanales sin su principal medio de sustento y a residentes en incertidumbre. Los gobiernos locales y organismos de defensa civil trabajan para mitigar los daños y asistir a las familias afectadas.
Las autoridades instan a los ciudadanos a evitar zonas de riesgo y mantenerse informados a través de los canales oficiales. Mientras tanto, las imágenes de este fenómeno natural se han convertido en un recordatorio de la fuerza impredecible del mar.