Tras casi dos años de desvíos forzados y alteraciones en las principales rutas marítimas del comercio global, un mega buque portacontenedores de la naviera francesa CMA CGM volvió a transitar el Canal de Suez, marcando un hito que podría anticipar una normalización progresiva del tráfico por una de las vías marítimas más estratégicas del mundo.

El buque CMA CGM Jacques Saadé, uno de los portacontenedores más grandes del planeta —con cerca de 400 metros de eslora y una capacidad superior a los 23.000 TEU— realizó su paso por el canal el 23 de diciembre, convirtiéndose en el primer buque de estas dimensiones en utilizar esta ruta luego de un prolongado período de ausencia.
La operación se da en un contexto de incipiente mejora en las condiciones de seguridad en el Mar Rojo, región que desde finales de 2023 había sido evitada por las principales líneas navieras debido a ataques contra embarcaciones comerciales. Como consecuencia de esta situación, gran parte del tráfico Asia–Europa se vio obligado a desviar sus rutas por el Cabo de Buena Esperanza, incrementando tiempos de tránsito, costos logísticos y consumo de combustible.
Además del Jacques Saadé, otra unidad de la compañía, el CMA CGM Adonis, también cruzó recientemente el canal en sentido contrario, transportando una carga significativa, lo que refuerza la señal de confianza de la naviera francesa en la reapertura gradual del corredor.
El retorno de CMA CGM no es un hecho aislado. En las últimas semanas, otras grandes navieras, entre ellas Maersk, comenzaron a realizar tránsitos selectivos por el Canal de Suez, lo que ha sido interpretado por la Autoridad del Canal de Suez como una señal positiva de recuperación del tráfico internacional.
Desde Egipto, las autoridades del canal destacaron que estos movimientos representan un primer paso hacia la reactivación plena del tránsito Este–Oeste, aunque aclararon que la normalización total dependerá de la estabilidad sostenida en la región. Incluso, se estima que el flujo podría recuperarse de manera más consistente hacia mediados o fines de 2026, si las condiciones geopolíticas y de seguridad continúan mejorando.
Durante el período de crisis, el Canal de Suez implementó incentivos comerciales y descuentos en peajes con el objetivo de atraer nuevamente a las grandes navieras, en un intento por recuperar los volúmenes perdidos y restablecer su rol central en el comercio marítimo global.
El regreso de mega buques portacontenedores a Suez no solo tiene impacto en el comercio internacional, sino que también podría influir en la reducción de tiempos de tránsito, la estabilización de tarifas de flete y la reconfiguración de las cadenas logísticas globales, tras un prolongado período de alta volatilidad.

Para el sector marítimo y logístico, este movimiento es observado con atención: más allá de un solo tránsito, representa una señal de cambio en un escenario que, durante casi dos años, obligó a redefinir rutas, costos y estrategias operativas a escala mundial.








