Maersk ha puesto en marcha esta misma semana su rama de negocio dedicada a servicios de carga aérea, Maersk Air Cargo, que se espera esté completamente operativa en la segunda mitad del año.
Con este nuevo paso, el grupo naviero danés sigue incidiendo en su apuesta por afianzarse como un integrador logístico global en un movimiento que se produce en paralelo con el anuncio de la adquisición de Gefco por parte la naviera gala CMA-CGM.
Con respecto a Maersk Air Cargo, la naviera ha decidido radicar la base de operaciones de su línea de carga aérea en el aeropuerto de Billund, el segundo más grande del país nórdico.
La nueva Maersk Air Cargo nace del operador Star Air, que ya pertenecía al grupo y que ahora pasa a tener la denominación de la compañía, en un movimiento que replica otros similares llevados a cabo recientemente en otros segmentos de actividad.
Maersk Air Cargo contará para sus operaciones de carga con una flota integrada por cinco aviones. Dos de ellos son B777F nuevos y tres aviones de carga B767-300 arrendados.
Así mismo, también está prevista la incorporación de otros tres nuevos cargueros B767-300 al servicio entre China y los Estados Unidos, que en un primer momento correrá a cargo de un operador externo.
Se espera que las aeronaves estén operativas a partir de la segunda mitad de 2022 y progresivamente vayan entrando en funcionamiento hasta 2024.
El grupo naviero espera que la nueva Maersk Air Cargo sea capaz de gestionar hasta un tercio de sus servicios totales de carga, gracias a una combinación de flota propia y alquilada similar a la seguida por el grupo para el transporte marítimo.