Históricamente, la navegación en la Hidrovía Paraguay-Paraná, fundamentalmente en su tramo de navegación exclusivamente fluvial, desde Santa Fe hasta Confluencia, en el rio Paraguay hasta Puerto Cáceres, en el Alto Paraná y en buena parte del rio Uruguay, se desarrolló en forma artesanal, basada en el conocimiento de los profesionales que conducen estas embarcaciones, sean Capitanes, Baqueanos u Oficiales calificados para ello (con Certificado de Conocimiento de Zona), obtenidos por la experiencia en el recorrido continuo del tramo correspondiente, conocimiento pasado de generación en generación, con mínimos e incluso nulos aportes por parte de los Estados en cuanto a información batimétrica y cartográfica confiable, producida con regularidad suficiente para garantizar una navegación segura que permitiera el aprovechamiento de la vía navegable las 24 hs, los 365 dias del año.
El relevamiento periódico, la confección de material cartográfico en todas sus variantes, ya sea en formato papel como digital, que permita la utilización de equipos y sistemas de apoyo a la navegación , reconocidos y validados por las respectivas Autoridades de los 5 países miembros, con un sistema homogéneo y uniforme, permitirá elevar el standard de seguridad, en una vía navegable cada vez más densamente poblada y utilizada por todo tipo de embarcaciones, algunas de ellas transportando elementos o sustancias potencialmente peligrosas y/o altamente contaminantes, preservando con ello la calidad de las aguas y el nivel de vida de las poblaciones ribereñas, bajando a su vez los costos logísticos por una importante reducción de tiempos muertos, al disminuir las paradas de las embarcaciones debido a falta de balizamiento/profundidad , evitando varaduras y/o accidentes perfectamente evitables de haber contado, oportunamente, con la información adecuada.
El desafío entonces es adecuar la cartografía a las nuevas tecnologías, aprovechando el revolucionario cambio que el mundo está experimentando todos los días, incorporando no solo las ultimas herramientas digitales, sino también garantizando la producción periódica a intervalos regulares de información confiable sobre el rio, su lecho y los canales navegables.
Un poco de historia
Desde el siglo XVI, el siglo impregnado por la exploración y la ocupación del continente americano, la Región de la Cuenca del Plata fue el nombre común del área que se extiende a lo largo de sus costas.
Según documentación y mapas existentes, en efecto, Américo Vespucio, piloto mayor del reino de España, invocó haber navegado la costa del Océano Atlántico hasta los 50º de latitud Sur. Aunque no se puede asegurar que lo haya alcanzado es probable que haya sobrepasado los 36ª y contorneado la desembocadura del Rio del La Plata en su tercer viaje que tuvo lugar entre 1501 y 1502. Su objetivo era el encontrar el paso para llegar a las Molucas a fin de poder participar en el comercio de las especias originarias del Oriente. Quien de manera indubitable llega a sus aguas es Juan Díaz de Solís, de origen portugués y navegante al servicio de España.
Otro portugués al mismo servicio, Hernando de Magallanes navegando sobre el Atlántico por las costa de América del Sur llegó hasta el Rio descubierto por Solís y se internó en el para reconocerlo. El 15 de enero de 1520 avistó una elevación y un puerto natural a los que bautizó como Bahía de Montevideo. Después con grandes dificultades continúo navegando hacia el Sur y descubre el Estrecho que llevaría su nombre, comunicaba ambos océanos e inauguraba una nueva ruta comercial hacia el Oriente.
Sebastián Gaboto de origen veneciano en 1957 fundo sobre su ribera el fuerte de Sancti Spiritu en la confluencia con el rio llamado Carcarañá. Con seguridad llegó hasta la confluencia con el rio Paraguay y probablemente hasta el rio Pilcomayo. También exploro parte del rio Uruguay.
Otra corriente colonizadora proveniente de España se desplazó de norte a sur por el continente americano hacia el imperio de los Incas. A partir de la conquista del Perú, el 16 de noviembre de 1532, cobro impulso la necesidad de poblar el rio de Solís para impedir que otros conquistadores, especialmente los portugueses, pudiesen remontar sus afluentes y llegar hasta esa región por la ruta del Atlántico.
Herramienta fundamental para una navegación segura
La carta náutica es un tipo de material cartográfico que proporciona una representación gráfica de las aguas navegables e indica toda la información requerida para llevar a cabo una navegación segura. La cartografía marina es invaluable no solo como soporte para la navegación y transporte marítimo sino también en la determinación de los procedimientos de seguridad marítima en zonas costeras. También es una importante herramienta para llevar a cabo estudios ambientales, de recursos naturales y de planeamiento urbanísticos y turísticos por lo que representa información de gran valor económico. Al igual que la navegación, las cartas náuticas han experimentado cambios como consecuencia de los avances tecnológicos. Es así que en la actualidad coexisten cartas náuticas en papel con las digitales, que incluyen las Cartas Náuticas Electrónicas (CNE), también llamadas vectoriales y las Cartas Náuticas Raster (RNC). Sin embargo, entre estos dos tipos de cartografía marina existen marcadas diferencias en relación a la información que les proveen a los usuarios. Las cartas raster al generarse a partir de la matriz de la carta en papel presentan un conjunto estático de datos a diferencia de las vectoriales. (Procesamiento de Cartas náuticas digitales: análisis de cartas náuticas raster e instrumentos para su procesamiento Edgardo Stubbs, Paola Mendes, Celeste Medina, Claudia B. Carut Viviana Gamba, Carla Gutierrez, Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IdIHCS) FAHCE. UNLP- Conicet)
La cartografía en la era digital
Las cartas náuticas constituyen una clase de documentos cartográficos cuyo objetivo principal es la seguridad de la navegación. (Stubbs et. al: 2016). Las cartas náuticas son mapas con fines específicos diseñados especialmente para cubrir las necesidades de la navegación marítima, e incluyen entre otras cosas sondas, naturaleza del fondo marino, elevaciones, configuración y características de la costa, peligros y ayudas a la navegación, […] proporcionan una representación gráfica de aquella información relevante para el navegante para llevar a cabo una navegación segura y […] están disponibles en formato analógico como cartas de papel, o digital como cartas electrónicas.
Al igual que la navegación, las cartas náuticas han experimentado cambios como consecuencia de los avances tecnológicos. Así nace la navegación electrónica o eNavegación, un concepto desarrollado por la Organización Marítima Internacional (OMI), organismo de las Naciones Unidas responsable del transporte marítimo. Bajo este concepto, la navegación electrónica se define como: “la recopilación armonizada, la integración, el intercambio, la presentación y el análisis de la información marina a bordo y en tierra por medios electrónicos para mejorar la navegación y los servicios conexos para la seguridad en el mar y la protección del ambiente marino”. (Ward & Greensladep: 2011, p.11)
Escenario actual
Mediante reuniones mantenidas por Jorge Metz, Secretario General del CIC, con autoridades de los países que comparten la Cuenca del Plata, se ha identificado la necesidad de mejorar las condiciones de la navegación en toda la extensión de la vía navegable como tema central en la agenda del organismo. Es por lo cual, se está trabajando en ofrecer al profesional navegante comercial, una herramienta o plataforma digital alojada en el sitio del CIC, que les permita navegar en los ríos comunes a los cinco países con mayor seguridad, eficiencia y economía, en toda su extensión. Entendemos la necesidad de mayor seguridad en la navegación y mayor eficiencia en la actividad, como paso previo a la libre navegación de bandera común de la Cuenca del Plata.
Fuente: CIC PLATA