Asunción, Paraguay — En una entrevista con el programa Magazine 360, el presidente de la Unión de Jubilados del Paraguay (UJP), Pedro Halley, presentó una propuesta que podría revolucionar el sistema financiero del país: la creación de un banco de desarrollo con capital propio de los jubilados del Instituto de Previsión Social (IPS).

“Estamos hablando de una nueva entidad financiera que no sería del IPS, ni del gobierno, ni de nadie más que de los jubilados. Es nuestra plata y queremos decidir su destino”, afirmó Halley.
Un proyecto en marcha, no una utopía
Aunque el plan aún está en etapa de formulación, Pedro Halley explicó que la propuesta avanza con seriedad y fundamentos sólidos. La idea es conformar una cooperativa o banco de desarrollo social, similar a la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), pero gestionado por los propios jubilados, con un enfoque claro: generar capital social y bienestar a largo plazo.
“Actualmente, el 30% del sistema bancario nacional funciona con dinero del IPS. Todos ganan con eso, menos el asegurado y el jubilado”, denunció Halley.
“El dinero está, solo hay que administrarlo con otra lógica”
Halley sostuvo que los fondos depositados en el IPS pertenecen a los jubilados y asegurados, y que podrían usarse de manera más justa y efectiva.
“No estamos hablando de un banco del IPS. Nada que ver. Hablamos de utilizar esa enorme masa de dinero que está en el IPS, que no es del IPS, para crear una entidad que sirva a sus verdaderos dueños”. Aseveró.

Entre las iniciativas que este nuevo banco podría financiar están:
Proyectos habitacionales de largo plazo para jubilados o sus familias.
Programas de desarrollo social con condiciones justas.
Financiamiento a emprendimientos productivos y no meramente especulativos.
“El 70% de los jubilados del IPS no tiene casa propia. Esa es una deuda social que se puede saldar si usamos inteligentemente nuestros recursos”, enfatizó.
Tres pilares para concretar la iniciativa
Halley identificó tres condiciones fundamentales para avanzar con éxito en este proyecto:
1. Aval político: No se necesita una nueva ley, pero sí la no oposición del sector político.
2. Viabilidad técnica: Presentar estatutos, estudios financieros y organizativos al Banco Central, que es la autoridad que aprueba la creación de nuevas entidades financieras.
3. Consentimiento de los jubilados: El banco será una propiedad colectiva de los aportantes, quienes deben dar su visto bueno al proyecto.
En busca de un sistema financiero más justo
Pedro Halley insistió en que la naturaleza del negocio bancario no es el problema. Lo que se cuestiona es que los fondos previsionales se usen para fomentar el consumo inmediato y no se reinviertan en mejorar la calidad de vida de los propios trabajadores.
“Queremos que el dinero deje de ir a los bancos y se quede en el IPS para ser usado por y para los jubilados. Eso sí es justicia previsional”, Concluyó.