Al momento que escribo la actualización del articulo del 21 de marzo, el mundo, sufría una expansión notable del COVD-19.
Luego de conversar con los amigos Diego Florentín y Gilberto Centurión de Paraguay Fluvial y los entrevistados del Programa, que conducimos en forma conjunta en Radio 1 de marzo, 780 AM, el cual va todos los sábados de 14 a 16 horas, me propuse concluir un artículo de seguimiento del realizado el 21 de marzo sobre el Impacto del CORONAVIRUS COVID-19. Y ahí va!
Según los datos del Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins (https://gisanddata.maps.arcgis.com/apps/opsdashboard/index.html#/bda7594740fd40299423467b48e9ecf6) entre los días 21 de marzo (2:43:03 horas PM) y 28 de marzo (4:53:36 horas PM), es decir una semana, los números de humanos contaminados, muertos, sanados y en recuperación alcanzaron a 659.367; 30.438; 139.263 y 520.104 respectivamente.
Con estas cifras, en relación a la semana anterior, los seres humanos contaminados se incrementaron en un 121,9%, los muertos en 138,6, los sanados en un 52,1% y los que se encontraban en recuperación en los hospitales y casas aumentaron en un 153%.
La mortandad representaba el 4,6% del total. De los vivos, un 21,2% se sanaron y un 78,8% se encontraban en recuperación.
Los primeros 5 países, con mayor contaminación: Estados Unidos (119.748 personas), Italia (92.472 personas), China (81.999 personas), España (72.335 personas), Alemania (57.695 personas) y Francia (38.105 personas), países principalmente desarrollados, concentraban el 70,1% del total.
En América del Sur, la cantidad de personas contaminadas alcanzaba a 10.138, alrededor del 1,5% del total mundial, la tasa de mortalidad alcanzaba al 2%, siendo el país más afectado Brasil, con 111 muertos, luego Ecuador con 48, Argentina 18, Perú 16.
Existe un subregistro de la enfermedad potencialmente alto, entre 5-10 veces, debido a las dificultades de detección, aún el enfermo, hoy, no sabe que está enfermo y su entorno cercano, tampoco. Asumiendo el menor nivel, los enfermos se situarían en 3.296.835 y 6.593.670 en caso del mayor nivel del rango.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el primer caso de CORONAVIRUS COVID-19 fue notificado el 3 de enero, sin embargo, investigaciones realizadas, señalan que el paciente cero, primer caso en el mundo, se produjo el 17 de noviembre de 2019 en Wuhan, China Continental. Al reportar el virus más de 100 países, la OMS declaró la pandemia el 30 de enero, como una emergencia de salud pública internacional; luego, a fines de febrero se declaró de “muy alto riesgo”, que indica que los países deben prepararse para una transmisión comunitaria de gran escala.
En un mundo globalizado, el primer efecto es psicológico, es decir la manera en que las personas descifran y se comportan sobre la información que les llega: incertidumbre, miedo, preocupación, desánimo, interés, esperanza, pánico, poca importancia.
Ahora bien, esta enfermedad tiene etapas desde el enfermo cero, luego la contaminación es exponencial, si es que no se toman medidas preventivas, como sucedió en China, Italia, España; llegando luego al pico de enfermos y luego en una etapa de declinación.
Las políticas públicas que se utilizan es la detección, para aplanar la curva de contaminación y evitar el colapso del sistema de la salud, con medidas extremas, el aislamiento total en el hogar, la mejor decisión. Luego, políticas de contención, esperando que se logre un antivirus o vacuna.
IMPACTO ECONÓMICO
En las variables macro, la incertidumbre, el aumento de los riesgos, las medidas de control sobre las personas harán disminuir la producción, la demanda global y la oferta global, produciéndose una recesión mundial, que los organismos internacionales de monitoreo de los indicadores económicos-financieros, del mercado de valores, de bienes y servicios no tienen dudas.
Del lado de los SECTORES PRODUCTIVOS, todos serán afectados en mayor o menor medida, sus ingresos disminuirán en rangos que irán de cero, hasta 100%. Algunos podrán ser beneficiados, por ejemplo, los que producen bienes y servicios relacionados a la enfermedad e indirectamente a la situación de cuarentena así como al comercio exterior, transporte y distribución de productos para garantizar la seguridad sanitaria, alimentaria, también la seguridad personal, juegos para el hogar, dependiendo de la evolución de la crisis.
Será devastador en los sectores de entretenimiento, turismo, educación presencial así como el sector informal que vive el día a día; los más afectados: empresas de transporte de personas, hoteles, bares y restaurantes, eventos deportivos, musicales, de teatro, escuelas, colegios y universidades privadas.
Si el tiempo de la enfermedad se alarga, con una cuarentena total de un mes, significando entre una caída entre 50-100% de las actividades de ese mes, se tiene una caída entre el 4,1- 8,3% del PIB, manteniéndose el nivel del año anterior. Es muy probable, si se extendiera un mes más, la caída puede llegar a dos dígitos, alcanzando cifras catastróficas, nunca vistos. Estamos ante una gran recesión mundial. La Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE) estima que por cada mes de paro, la economía mundial reduce su crecimiento en 2 puntos porcentuales.
Del lado de los INGRESOS, los trabajadores informales, los cuentapropistas, temporales, que tienen escasos o nulos ahorros serán los más afectados, necesitándose acciones urgentes de transferencia de ingresos. Las utilidades de las empresas se reducirán, las menos competitivas irán ingresando en rojo y requerirán medidas de cambios de estrategias y tácticas en planificación, organización, dirección y control para estar cerca de los clientes y proveedores, haciendo un estricto seguimiento de los ingresos, costos y mercados.
Del lado de la DEMANDA, se reducirá el consumo de bienes y servicios, ajustándose, solamente a lo esencial, que es la estrategia de subsistencia. Ante la incertidumbre, la inversión nueva y de ampliación prevista se detendrá, afectando el crecimiento. El comercio exterior se reducirá, especialmente en exportaciones e importaciones de bienes no esenciales para la vida. Las remesas de migrantes se reducirán, afectando al segmento de la población más vulnerable.
El impacto en la economía, devastador, muy fuerte, fuerte, leve, estará en función de cómo pegue el CORONAVIRUS COVID-19, en términos de vidas humanas, cierre, suspensión de actividades económicas y sociales. Aún, con medidas anticipatorias adecuadas, la situación, en cada momento y en el tiempo, que se prevé sea todo el 2020, será de tal gravedad que se perderán trabajos, se cerrarán miles de empresas, habrá recesión, siendo los números negativos diferentes, según sea el país desarrollado o en vías de desarrollo; no será lo mismo para un País con régimen de Partido Único, centralizado como China Continental y otro con régimen democrático como Italia.
La sociedad, en su conjunto y las personas individualmente se empobrecerán. La reacción social es impredecible, estará en función de que los Gobiernos puedan garantizar el abastecimiento alimentario y de funcionamiento de los servicios en los hogares de las familias.
Consecuencias impredecibles….
Si actuamos como Juan, que actúa de acuerdo a la frase “Solo quiero estar preparado. Mejor tener y no necesitar”, existe el peligro de desabastecimiento de productos alimenticios, de higiene de hogar, principalmente.
Cuál será la mejor estrategia. Cuidar la salud, ser solidario, compartir con la familia, acercarse más a DIOS, producir inclusive tu propio alimento, ahorrar los insumos, trabajar a distancia. Las opciones no son muchas. Los más débiles serán los más afectados.
El impacto, ya se ha producido en los hábitos sociales de las personas, obligándoles a alejarse unas a otras. Hoy, la seguridad sanitaria, alimentaria, personal, toma la delantera y el Ministro de Salud es el más importante de los Ministros, cuando se vaya reduciendo el efecto de la crisis sanitaria, los Ministros de Economía serán los llamados a promover la recuperación.
Se necesita una gran redistribución de los más fuertes hacia lo más débiles, para disminuir la crisis económica que se instala, que va derramándose, sin saber cuándo terminará la cola, y eso solamente lo puede hacer el Estado. Es una oportunidad para que los Políticos, en todo el mundo se rediman.
Prof. Aldo Centurión López, MEE, egresado de INCAE, Costa Rica, aldocenturionlopez@gmail.com