Tal y como informan en Business Insider, la movilidad eléctrica es una prioridad en los planes económicos postpandemia.
La Comisión Europea ha propuesto el fin de la venta de vehículos de gasolina, diésel e híbridos para 2035. La ley de cambio climático española prohíbe su venta en 2040 y el Pacto Verde europeo establece 2050 como la fecha a partir de la cual la Unión debería ser «cero emisiones».
En consecuencia, el primer PERTE anunciado por el Gobierno, (como se denominan los planes para hacer uso de los 140.000 millones de euros de fondos europeos para impulsar la recuperación pospandemia que corresponden a España), está centrado en el vehículo eléctrico, con una inversión pública de 4.300 millones para movilizar más de 24.000, y cuatro quintas partes son de origen privado.
Este camino tiene dos hitos marcados en el caso de nuestro país: alcanzar los 250.000 vehículos eléctricos circulando para 2023 y elevar esa cantidad hasta los 5 millones en 2030.
Estos datos son según los planes del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), que prevé en este plazo contar con 3 millones de turismos y 2 millones de motocicletas, camiones y autobuses cero emisiones.
¿En qué punto nos encontramos con respecto al objetivo?
España cuenta actualmente con un parque de 198.000 vehículos eléctricos —sin incluir los híbridos no enchufables, que no cuentan en los objetivos del Gobierno—, de los cuales 127.687 son eléctricos puros y 70.532 son híbridos enchufables.
Esta cifra representa menos de un 4% del objetivo marcado para 2030, por lo que obliga a una importante progresión para los próximos 9 años. España deberá multiplicar por 25 el número de vehículos eléctricos actuales para alcanzar sus metas en movilidad eléctrica.
Durante el mes de septiembre se matricularon en España 4.190 vehículos eléctricos puros e híbridos enchufables, incluyendo turismos (2.932) pero también motocicletas (540), ciclomotores (442), furgonetas (163), cuadriciclos (80) y otro tipo de vehículos.
En total, es un aumento del 23,6% con respecto al mismo mes de 2020. Pero a este ritmo el crecimiento anual del vehículo eléctrico sería de unas 35.000 unidades al año. En los próximos 9 años, esto supondría 316.656 unidades, lo que unido a los que ya están en las calles apenas superaría el medio millón a finales de 2030.
Muy lejos de esos 5 millones que se ha puesto el Gobierno como meta.
Incentivos para la compra
La principal estrategia que se ha adoptado para incrementar la adopción de la movilidad eléctrica son los incentivos a la compra, que tienen como principal medida en España el Plan Moves III dotado con 400 millones de euros para impulsar la adquisición de vehículos eléctricos.
Estas ayudas pueden llegar a los 4.500 euros (7.000) con achatarramiento en el caso de turismos y 7.000 euros (9.000 con achatarramiento) en los vehículos comerciales de hasta 3.500 kg.
Tras su aprobación, la adopción por parte de las comunidades autónomas ha sido lenta: en julio tan solo 7 regiones lo habían activado.
Junto a este plan, el Gobierno anunció a finales del mes de septiembre el Moves Grandes Flotas, con 50 millones de euros en ayudas destinadas a flotas de empresas de 500 vehículos que operen en varias comunidades autónomas.
Fuente: www.topgear.es