El buque Spiridon II, que partió de Montevideo en septiembre con 2.900 cabezas de ganado en pie, finalmente atracó en el puerto de Bengasi, Libia, luego de una travesía marcada por conflictos comerciales, tensiones diplomáticas y casi dos meses de incertidumbre en altamar.

El carguero, que permaneció varado más de tres semanas frente a Turquía, podría ahora continuar rumbo a Líbano, donde se especula que el ganado sería destinado a faena, atendiendo a su deteriorado estado tras 60 días de viaje.
Un viaje de dos meses y un conflicto entre privados
La crisis se inició cuando las autoridades turcas impidieron el desembarco del ganado en el puerto de Bandirma tras detectar inconsistencias en la documentación: casi 500 animales no coincidían con las listas oficiales y varios no contaban con identificadores electrónicos, lo que detonó el rechazo del cargamento.
Pese a que Turquía es el principal destino del ganado en pie uruguayo, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) aclaró que el episodio fue “un negocio entre privados que fracasó”, sin relación con problemas sanitarios del país exportador.
El propio ministro Alfredo Fratti fue tajante:
“Si hay mejicaneadas entre importadores y exportadores, no es responsabilidad nuestra”.
Mientras el buque se mantenía fondeado frente a Turquía, el gobierno uruguayo intentó coordinar alternativas cercanas para evitar un eventual regreso a Montevideo, un viaje que los animales difícilmente podrían soportar tras semanas de confinamiento.
Finalmente, el Spiridon II partió de Bandirma hace una semana con rumbo incierto. La plataforma MarineTraffic registró su entrada a Bengasi, aunque sin destino final confirmado durante varios días.
Líbano aparece como destino probable
De acuerdo con medios regionales, el cargamento podría ser desembarcado en Líbano, donde sería enviado directamente a faena.

La opción surge como la única viable ante el grave deterioro físico del ganado, que ya acumuló más de 60 días a bordo, en condiciones que han sido calificadas como críticas por organizaciones de bienestar animal.
Un caso que compromete la imagen de Uruguay
Aunque el MGAP insiste en que se trata de un conflicto estrictamente comercial, distintas voces del sector político y ganadero advierten que el episodio dejó expuesta la imagen del país en los mercados internacionales.
El diputado del Partido Colorado, Walter Verri, fue contundente:
“Genera una imagen espantosa a un país ganadero. Basta ver los portales del mundo entero”.
Desde el sector productivo, el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Rafael Ferber, coincidió en que, aunque el conflicto es entre privados, “hay una situación de país, de defensa de la marca, que queda cuestionada”.
Un cierre aún incierto
Si bien el arribo a Libia representa un punto de inflexión en esta compleja travesía, el destino final del ganado sigue sin confirmarse oficialmente. Sin embargo, fuentes del sector señalan que el desembarco en Líbano es hoy el escenario más probable, dado el grave estado de los animales y la imposibilidad de retornar a Uruguay.
El caso del Spiridon II se suma a una lista de episodios que reabren el debate internacional sobre el transporte marítimo de ganado en pie, un sector de alta sensibilidad donde la logística, la trazabilidad y el bienestar animal son exigencias cada vez más estrictas.








