Mientras Europa y otras potencias se han embarcado en una carrera por reducir las emisiones, con la firma de los Acuerdos de París, sectores como el transporte marítimo se mueven en dirección contraria. Una actividad que supone la emisión cada año de unas 1.000 millones de toneladas de gases de efecto invernadero (el 3% del total mundial), por lo que, en un hipotético ranking entre países, ocuparía el sexto lugar entre los principales focos emisores del mundo, por encima de Alemania. Un importante problema que ha puesto sobre la mesa una de las figuras más importantes del sector. El presidente de Maerks, la mayor empresa de portacontenedores del mundo.
Søren Skou ha aprovechado la influencia de su puesto para hacer un ambicioso llamamiento a los reguladores para que se trabaje en la búsqueda urgente de la reducción de emisiones de los barcos alimentados por combustibles fósiles a lo largo de la próxima década.
El Sr Skou incluso ha comparado la regulación del sector del automóvil, que en 2035 tendrá que dejar de vender coches con motor de combustión en lugares como Europa. Una estrategia que indica deberían seguir también con el transporte marítimo.
En su cuenta de Linkedin, el presidente de Maersk ha indicado que «La Comisión Europea propone poner fin a la producción de automóviles con motor de combustión en 2035. La Organización Marítima Internacional debería hacer lo mismo con los barcos de combustibles fósiles con objetivos ambiciosos y medidas para descarbonizar el transporte marítimo”
Sobre las medidas para lograr esta reducción de emisiones, el directivo danés ha indicado que hay herramientas como un impuesto global a las emisiones, así como también una fecha de finalización para la producción de barcos alimentados por combustibles fósiles para 2035. Dos medidas que indica, enviarían una fuerte señal al ecosistema del transporte por mar, incluidos los astilleros y los productores de combustible.
Y es que como hemos visto en el sector de la automoción, un anuncio incluso a largo plazo del final de la producción de motores de combustión ha tenido un fuerte impacto en la planificación de los grandes grupos. Fechas que luego se han podido ir adelantando gracias a la evolución tecnológica y de los precios provocado por la entrada de una gran cantidad de inversión.
El presidente de Maersk está a favor de un impuesto a las emisiones de hasta 450 dólares por tonelada. Una fórmula que serviría para reducir la diferencia de coste entre los modelos de combustión y las alternativas neutras en emisiones que llegarán en los próximos años.
“A medida que se reduce la brecha de precios, el Índice de Diseño de Eficiencia Energética de la Organización Marítima Internacional (OMI) en sus próximas fases podría ser el instrumento para hacer que la fecha de finalización de la producción y operación de los barcos a base de combustibles fósiles sea una realidad global”.
Un mensaje alto y claro de una de las figuras más influyentes y relevantes del sector, que pone sobre la mesa el papel fundamental de las administraciones para lograr reducir las emisiones de sectores que hasta ahora han estado en mayor o menor medida fuera de la tendencia global de reducir el impacto medioambiental, y que como vemos incluso desde dentro de la propia industria se aboga por aumentar la presión pública para caminar hacia sistemas más sostenibles.
Fuente: forococheselectricos.com