Cuando de construir barcos se trata, a los humanos nos gusta desafiarnos. Desde volver a los veleros en pleno siglo XXI hasta construir cargueros capaces de transportar más de 20.000 contenedores en un solo viaje. Los cruceros también son de nuestro interés, y cada vez los hacemos más grandes y lujosos.
El Wonder of the Seas es el nuevo crucero más grande del mundo. Una enorme embarcación de 1.200 millones de euros y 236.857 toneladas que destaca por sus 362 metros de eslora, 64 metros de manga y un casco ancho diseñado especialmente para mantenerlo a flote con gran estabilidad con solo 9,15 metros de calado.
Una colosal obra de ingeniería
Dado que la industria de los cruceros ha estado creciendo fuertemente en las últimas décadas, las compañías que ofrecen este tipo de experiencias turísticas no dudan en invertir importantes cantidades de dinero para destacar entre la competencia. Royal Caribbean apuesta a tener los cruceros más grandes del mundo.
En relación a esta estrategia, la compañía con sede en Florida, Estados Unidos, es propietaria de una clase de cruceros denominada Oasis, que busca superarse en cada generación y que llegó para reemplazar a los de clase Freedom, que en su tiempo también fueron los barcos de pasajeros más grandes del mundo.
La última obra maestra de la ingeniería es el Wonder of the Seas, un crucero que fue encargado en 2006 al astillero Chantiers de l’Atlantique, situado en Saint-Nazaire, Francia. La construcción de esta bestia de acero empezó en 2019, con una fecha inicial de entrega programada para 2021, pero debido a la pandemia de COVID-19 se retrasó varios meses hasta 2022.
De acuerdo a Royal Caribbean, en su viaje inaugural, en marzo de este año, el crucero navegó desde Fort Lauderdale, Florida, hasta el Caribe y después continuó hacia Europa, donde atracó en los puertos de Roma y Barcelona. Plenamente operativo, Wonder of the seas tiene capacidad para 6.988 pasajeros y 2.300 tripulantes que se reparten entre sus 18 cubiertas, 2.867 camarotes y ocho vecindarios.
Los vecindarios, precisamente, son el eje de las atracciones, servicios y comodidades a las que pueden acceder los pasajeros. El crucero es tan grande que hasta tiene su propio Central Park. Un lugar de encuentro y relajación con plantas y árboles reales. The Boardwalk es un espacio con salas de juegos y un bar con temática deportiva, y The Royal Promenade la vía central del crucero.
Youth Zone es la zona para niños. Vitality Spa & Fitness concentra un centro de spa con varios tratamientos y un gimnasio abierto para todos los pasajeros. Pool & Sports hay piscinas, jacuzzis y una cancha para actividades deportivas. Y en Entertainment Place está la pista de patinaje sobre hielo, casinos y teatros con escenarios de Aire, Hielo, Agua y Clásico.
El AquaTheater, una de las atracciones más sofisticadas y sorprendentes del crucero cuenta con plataformas de salto de nueve metros, un gran telón de fondo, vistas al mar y 518 metros cúbicos de agua. Se trata del escenario en el que más cerca de un centenar de artistas y técnicos dan vida a producciones de alto nivel.
Y, no debemos olvidar a Neighborhood, el octavo y más exclusivo vecindario. De hecho, es completamente exclusivo porque ningún otro crucero de la empresa tiene algo parecido. Estamos hablando de un lugar privado para las estancias exclusivas con restaurantes, terraza privada al aire libre, piscinas, tobogán, cine, karaoke y más.
The Perfect Storm, es un trío de toboganes con giros y Ultimate Abyss promete ser el tobogán sobre el mar más alto del mundo. Además, la gastronomía es uno de los puntos fuertes de esta propuesta. Entre bares, restaurantes y salones hay más de 40 lugares donde disfrutar de innovaciones culinarias o cócteles.
Si te preguntas de dónde proviene toda la energía necesaria para este gigante, la respuesta es gracias a seis grupos electrógenos diésel. Según el Registro de Buques, se trata de tres motores Wärtsilä 16V46D de 16 cilindros que producen 18.480 kilovatios cada uno y tres motores Wärtsilä 12V46D de 12 cilindros que producen 13 860 kilovatios cada uno.
Los grupos alimentan toda la embarcación, desde los ascensores y las cocinas hasta una planta de desalinizadora de agua y el sistema de propulsión. Este último está conformado por tres Azipods de 20.000 kilovatios (26.800 hp) que están ubicados debajo de la popa y cada uno impulsa hélices de unos seis metros de ancho. Además, se utilizan cuatro propulsores adicionales de proa para el atraque.