El buque motor Don Toyo, construido íntegramente en Paraguay, zarpó recientemente desde Asunción en su primer viaje oficial, marcando un nuevo capítulo en la historia de la navegación fluvial regional. Se trata del mayor buque para transporte de contenedores en aguas interiores de Sudamérica, con una capacidad récord de 906 contenedores, cargados completamente en Puerto Seguro Fluvial y Puerto Caacupemí.

Desde su construcción hasta su primer viaje, el Don Toyo ha sido motivo de orgullo para la industria naval y naviera paraguaya. Técnicamente, su desempeño superó las expectativas en términos de estabilidad, maniobrabilidad y eficiencia operativa, de acuerdo con reportes de los propios constructores.
RINA: respaldo técnico incuestionable
El buque cuenta con la clasificación del Registro Naval Italiano (RINA), una de las sociedades de clasificación más respetadas del mundo, fundada en 1861 y miembro fundador de la IACS. RINA certifica más de 7.500 buques en más de 70 países, y su estándar es reconocido por más de 100 estados de abanderamiento.
Este respaldo internacional destruye cualquier intento de menoscabar técnicamente el proyecto, como se ha intentado hacer desde ciertos sectores del ámbito naval argentino.
Críticas técnicas desde Argentina: sin fundamento ni autoridad
Durante todo el proceso de construcción del Don Toyo, sectores de la ingeniería naval argentina se mostraron escépticos, cuestionando la capacidad técnica de Paraguay y, particularmente, la ausencia de intervención de ingenieros argentinos. Estas críticas buscan sembrar dudas sobre la calidad del diseño y la ejecución del proyecto.
Sin embargo, el hecho de que el Don Toyo cuente con la certificación plena del RINA, una autoridad técnica con presencia global, derriba cualquier argumento descalificador. La realidad es que Paraguay ha demostrado tener capacidad profesional y técnica suficiente para construir buques de alta complejidad, con estándares internacionales y con validación oficial por parte de una sociedad de clasificación reconocida a nivel mundial.

Retención aduanera: una maniobra institucional para frenar el avance paraguayo
De forma paralela, y ya en plena operación, el Don Toyo fue detenido por la Aduana argentina, alegando la falta de una “intervención aduanera” válida en el manifiesto. Este argumento también resulta endeble si se considera que la operación completa fue debidamente ejecutada bajo la normativa aduanera paraguaya, incluyendo:
- Carga en puertos con presencia permanente de la Dirección Nacional de Aduanas.
- Escaneo de contenedores en instalaciones aduaneras.
- Precintado oficial con sello aduanero en cada contenedor.
- Autorizaciones de embarque y despacho emitidas por las autoridades paraguayas.
No existe forma técnica ni legal de embarcar un solo contenedor sin una intervención aduanera previa. Entonces, ¿a qué se refieren las autoridades argentinas con esta acusación? La única interpretación posible es que buscan imponer criterios propios para entorpecer el tránsito del buque, como parte de una maniobra política y burocrática para detener el avance de la industria naviera paraguaya, que hoy supera ampliamente a sus pares regionales en el ámbito fluvial.
¿Seguimos viviendo el mismo patrón repetido a lo largo de la historia?
Las críticas técnicas infundadas y la detención aduanera con argumentos cuestionables no parecen hechos aislados. Todo indica que forman parte de una estrategia sistemática, persistente y colegiada desde instituciones del vecino país, con la intención de frenar el desarrollo de una industria que ha demostrado ser eficiente, competitiva y soberana.
Lo que se intenta es claro: poner trabas al progreso de Paraguay, que hoy se consolida como un referente en construcción naval, logística fluvial y operaciones de transporte de contenedores por vía interior.
El Don Toyo no solo es un hito en la ingeniería naval paraguaya, sino también un símbolo de independencia técnica, industrial y logística. Mientras los hechos respaldan su legitimidad y operatividad, las críticas sin sustento y los obstáculos impuestos desde Argentina no hacen más que evidenciar el temor que provoca el crecimiento de Paraguay en el escenario fluvial regional.
Hoy, con barcos como el Don Toyo, Paraguay navega con rumbo firme hacia el desarrollo, la soberanía operativa y la excelencia técnica.